Otro invento argentino que simplifica la cosecha

La gran novedad consiste en cosechar con un cabezal cuyo distanciamiento entre líneas es fijo a 525 mm, múltiples distanciamientos entre líneas o direcciones de avance sin incrementar pérdidas de recolección y sin resignar productividad, es decir, velocidad de avance. 

Partiendo de la premisa de que aun en un cabezal para múltiples distanciamientos y direcciones, siempre la acción de “bajar” la planta será llevada a cabo por un conjunto de unidades recolectoras separadas a un distanciamiento fijo, ¿Cómo hace entonces para absorber el desalineado de los tallos que entran fuera del centro de la unidad recolectora y que como máximo puede alcanzar los 26,25 cm.?

Dicho problema, por cierto no menor, se resolvió re-diseñando todas las partes que toman contacto con la planta a medida que se desliza hacia la unidad recolectora: punteras, capotas y cadenas alzadoras. 

Las punteras ofrecen un “vaciado” lateral que permite tomar contacto con los tallos a mayor altura y por ende reducir la inclinación de los mismos al mínimo. 

Por otro lado se acortaron las capotas, reduciendo la longitud, ancho y altura útiles de las punteras ya que se encuentran ubicadas mucho más atrás respecto de las cadenas alzadoras. Dado aquel menor ancho, se forma un amplio canal que permite absorber hasta aproximadamente unos 170 mm de desalineado sin que los tallos prácticamente tomen contacto con las punteras. 

A esto se le sumó una modificación del sistema de cadenas alzadoras, tanto en su geometría -dado por su sistema de doble engranaje tensor que le otorga una forma de “V” o embudo- como el incremento de su velocidad, para garantizar la captación de todas las plantas, incluso aquellas altamente desalineadas.

 

Ventajas del nuevo sistema 

Para cultivos a 525 mm:

  • Resuelve definitivamente el problema de adaptación a cultivos desalineados generalmente dado por fallos en la siembra que se manifiestan cuando el ancho de la sembradora no coincide con el ancho del cabezal.
  • Reduce prácticamente en su totalidad las pérdidas en cabeceras donde se solapan pasadas de sembradora a 90º.
  • Mejor adaptación a cultivos caídos.
  • Posibilidad de cosechar en cualquier dirección sin incrementar las pérdidas de espigas ni reducir la capacidad operativa de la cosechadora en una gran variedad de condiciones de cultivos, aun en cultivos caídos. Esto resulta especialmente importante para abrir amelgas -cruzando el sentido de siembra- en el centro de lotes muy largos de manera de maximizar el aprovechamiento y minimizar el recorrido de las tolvas autodescargables, para cosechar cultivos caídos a 90º respecto del sentido en que se produjo el vuelco independientemente del sentido de siembra, etc.

Ing Marcos Formica – Mainero

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