Partiendo del consenso de que hay que profundizar el trabajo en promoción de la Agricultura de Precisión, Ricardo Melchiori (EEA INTA Paraná) moderó el panel que reunió a Agustín Pagani (Clarion) y Steve Phillips (Universidad estatal de Oklahoma), referentes en ensayos que trabajan con la variabilidad de los ambientes y con todo lo nuevo en el uso de imágenes, bases de datos y manejo sitio específico de la nutrición.
Ricardo Melchiori (EEA INTA Paraná) abrió el panel estableciendo un acuerdo sobre qué es la Agricultura de Precisión (AP) “esencialmente es una estrategia de gestión y no hay duda de trabajar con precisión es mejor”, dijo. Pero advirtió su preocupación respecto del nivel y ritmo de adopción de las tecnologías. “A inicios de los 90 nos parecía una locura tener información georreferenciada del lote algo que creció inicialmente rápido, pero desde entonces los desarrollos no se adoptan ni generalizan tan rápido”, sostuvo.
La Red de Agricultura de Precisión (RAP) lleva 20 años desarrollando información principalmente desde dos aproximaciones: categorizar los lotes en información segmentada a partir de muestreos y desarrollar prescripciones de manejo de sitio específico para tomar decisiones en torno a la variabilidad.
En este sentido, el moderador indicó que “la mayor parte de los desarrollos de AP tienen que ver con la maquinaria y software, aunque el grueso de la información se utiliza de manera descriptiva”, y agregó que “todavía tenemos mucho por hacer en caracterización de la variabilidad, en capacitación de las personas que manejan las maquinarias y en la calidad de la interpretación de los datos”, detalló Melchiori. En esta línea sostuvo que “la mayoría de las plataformas no tienen la forma de llevar la información descriptiva a la prescripción de manejo basada en la variabilidad”.
Seguidamente Agustín Pagani (Clarion) hizo un recorrido por diferentes ensayos en regiones diversas de Argentina y de Uruguay, evidenciando el comportamiento de distintas variables y su interacción. Al respecto advirtió: “Hacer AP no es poner imágenes satelitales y encimar capas para tener información, es el entendimiento cuantitativo de la variabilidad, es entender e interpretar la manera en que las variables se relacionan y su comportamiento en el lote ante diversas estrategias de fertilización”, detalló.
En esta línea recomendó no basarse solamente en categorías generales, sino abordar las situaciones entre esas grandes categorías, porque allí es donde se dan complejidades interesantes. “Leyendo la misma información podemos hacer interpretaciones diferentes según el contexto de análisis de las heterogeneidades ambientales”, precisó.
Como ejemplo de la información que no se está mirando, Pagani comentó que “está bueno pensar que no siempre conviene acoplar la fertilización con nitrógeno a los lotes con mayor rendimiento”, de hecho, comentó el titular de Clarion, “hemos encontrado respuestas muy interesantes en lotes con bajo rendimiento muy por encima incluso a las respuestas de los lotes con mayor rendimiento”.
Pensar la AP sin criterios estancos
Para cerrar el panel, Steve Phillips repasó los datos de una encuesta realizada para relevar el interés de los productores americanos en la AP y aplicación de dosis variable de nutrientes; también la visión de los vendedores en torno a las tendencias relacionadas con estas tecnologías en su país.
Según detalló el consultor, los datos relevados muestran que existen barreras para la adopción de la aplicación de dosis variable, por ejemplo, porque les resulta difícil calcular el retorno de la inversión, pues la eficiencia es relativamente pequeña, lo que lleva los productores a cuestionar la tecnología. En este escenario, si bien pueden trabajar con multicapas de información, no están desarrollando recomendaciones de alta resolución.
Al respecto el investigador señaló “en general no se llevan registros a nivel de las respuestas a ciertos nutrientes, por ejemplo, nitrógeno, potasio y fósforo y, aunque no observamos mucha variabilidad, los productores piensan que las dosis variables van a eliminar esa variabilidad”. En esta línea agregó que “asumimos erróneamente que vamos a tener un mejor rinde y esta no es la intención de la AP, sino lograr un manejo de cada área del campo para llevarlo a su máximo potencial”, sostuvo Phillips.
Con este enfoque, el consultor señaló que en EE.UU. “los productores todavía no asocian la relación causa y efecto con la variabilidad espacial”. Y con respecto a la interpretación de los resultados analíticos y el aporte de recomendaciones, indicó que “lo que tenemos es fertilización a una alta resolución y aplicación de precisión con múltiples nutrientes o combinación de productos”. Sin embargo, reveló que aún no tienen la capacidad de crear mapas de aplicación a un nivel intra lote, lo que representa uno de sus principales desafíos.
El mensaje final del panel fue unánime: la agricultura de precisión tiene mucho margen para crecer. Los disertantes se manifestaron a favor de continuar profundizando los desarrollos y ampliando los ensayos por ambientes dentro de un mismo lote, contemplando categorías de análisis que posibiliten abordar las variabilidades en toda su complejidad.