Sólo en la zona núcleo, el cierre de la ventana de siembra dejó sin implantar 100.000 hectáreas, con lo que se habrían cubierto un total de 650.000 hectáreas.
Según los datos oficiales del Ministerio de Agricultura, a nivel país se lleva sembrado el 78% del área de intención, levemente por detrás del 79% registrado a esta altura del año anterior. El principal retraso en las labores de implantación se observa en la provincia de Buenos Aires, donde se ha cubierto el 54% de la superficie triguera proyectada, cuando a mediados de julio del año pasado se alcanzaba el 68% de avance. Además, el organismo destaca que los excesos de humedad y ascenso de napas y las dificultades para desplazar las sembradoras por los caminos podrían hacer conducir a un ajuste del área a sembrar estimada actualmente, que asciende a 4,5 millones de hectáreas.
Sin embargo, el clima no es el único factor que ensombrece el panorama trigueño en Argentina: la pronunciada caída de los precios y las trabas para la colocación de la mercadería preocupan cada vez más a los oferentes.
El cuadro que acompaña este comentario muestra un resumen con los principales precios de referencia para el trigo al 17 de julio y su comparación con los registrados un año atrás. Todos los precios son internos para Argentina o Estados Unidos, según corresponda (es decir, valores FAS o Free Alongside Ship), y se suma el FOB oficial argentino informado por el Ministerio de Agricultura.
Comenzando por los precios disponibles en Argentina, la referencia del valor Pizarra o Estimativo de la Cámara Arbitral de Rosario convertida a dólares de acuerdo al tipo de cambio comprador del Banco Nación cayó un 39%, mientras que la posición más cercana negociada en MATba perdió el 54% de su valor durante los últimos 12 meses. La Pizarra en pesos, por su parte, sufrió una baja de “apenas” el 9% devaluación mediante.
Asimismo, a julio del año pasado se sembraba con una expectativa de precio a enero del año siguiente de u$s 192,60/ton, mientras que hoy se está llegando al final del período de siembras con un valor del futuro enero en el Mercado a Término de Buenos Aires de u$s 177,00/ton, un 8% inferior, cuando los costos aumentaron en el ínterin. De este modo, basándonos datos de la revista Márgenes Agropecuarios, el margen bruto promedio del trigo en las distintas zonas productoras de la zona núcleo argentina habría caído un 16% en el mismo lapso de tiempo.
Medida en dólares, la caída del último año de los futuros de Chicago fue más leve con el 17%, mientras que el cereal de alta proteína negociado en el Mercado de Kansas mostró mayor fortaleza relativa, depreciándose en un 8%. Igualmente vale hacer notar que los valores actuales del cereal en el mercado externo de referencia rondan su nivel más bajo de los últimos cuatro años presionados por el avance de la cosecha norteamericana y la expectativa de una recuperación de la oferta global.
Al escenario planteado se le suma el factor adicional que significan las medidas de restricción a las exportaciones argentinas, a través de la determinación de cupos para ventas externas. Esto mantiene retirado del mercado a un sector clave comprador, generando desbalances regionales, al tiempo que desarbrita los precios domésticos respecto de los internacionales. En este sentido, en el mismo cuadro anterior puede verse que el único valor de referencia del trigo que experimentó una suba durante el último año es el precio FOB oficial, desacoplándose de los valores referentes para la plaza global, como Chicago. De hecho, ese fue el objetivo explícito al implementarse el sistema de impuestos y cuotas al comercio exterior, sólo que ahora las tendencias se invirtieron y el origen argentino está elevado, perdiendo competitividad en el mercado externo, hecho que se suma a la pérdida de mercados (principalmente el brasileño) por no poder cumplir con los envíos tradicionales.
Los desequilibrios regionales se hacen notar mayormente en la pérdida de valor del trigo del sudeste de Buenos Aires, donde el comprador natural era la exportación para embarcar el grano a través de las terminales de la zona. Hoy, con este grupo retirado del mercado esa región registra una situación de oferta particularmente holgada respecto a lo que se observa en el resto del país.
En un contexto macro donde la producción global se estaría recuperando fuertemente en los principales países productores y exportadores, y con la presión estacional que ejerce el avance de la trilla en el hemisferio norte, se hace imprescindible un seguimiento detallado de la situación que asegure la toma de decisiones oportunas, ya que se va conformando un escenario muy distinto al que se enfrentó globalmente en la última década.
Fuente: Emilce Terré – BCR
