La ganaderia apuesta al futuro

Comenzó el año ganadero con los primeros adelantos de la zafra y en ese marco RosGan puso en marcha su mercado con un buen volumen de oferta superior a los 23.000 animales. La expectativa de los actores de la cadena era saber cuáles serían los valores de la invernada después del receso estival y con un fin de año que terminó a toda orquesta.  Criadores, feedloteros, frigoríficos necesitaban saber cuál va a ser el valor de reposición que tendrá la hacienda para este semestre donde se conjugan la salida zafrera de los destetes pero a la vez los síntomas de retención de hembras y retención de machos con destino a recría. En un país donde de a poco se recompone el stock y para este año seguramente tendremos más oferta de ternerada, su puesta a venta o retención lo determinan las expectativas sobre el futuro. La primera conclusión es que efectivamente las expectativas están jugando a una apuesta al futuro de la ganadería.

Si analizamos los precios promedios de los terneros y terneras durante los últimos tres meses de remate de Rosgan podemos observar como los valores de febrero superan a los de noviembre pero son inferiores al pico de diciembre. Podemos inferir que el comienzo de la zafra es sostenido con valores superiores al final del año excepto en el mes fuera de contexto que fue diciembre, donde el cambio de gobierno, las fiestas y todas las expectativas juntas hicieron un combo demasiado abultado de incrementos tanto en la invernada y el gordo.

De aquí en más comienza a operar el mercado real ajeno a la hinchazón lógica de los abruptos cambios de diciembre 2015, desde febrero más que expectativas comienzan realidades, con todos los fundamentos que oferta y demanda tienen para mostrar, con el impacto sobre el consumo de las correcciones de precios que el mercado le asignará, pero con una visión positiva que se sustenta en los buenos valores obtenidos en todas las categorías de la invernada.

Una mención especial en este remate  fueron los vientres preñados, la oferta de vacas y vaquillonas preñadas estuvieron motivadas por valores que la plaza no estaba dispuesta a convalidar, resultado de esa alta expectativa y la demanda casi alocada de fines de año donde todo lo que se ponía a la venta era comprado y casi a cualquier precio. En este caso, los lotes de excelente genética fueron puestos a la venta pero sus altos precios no consiguieron compradores. De esta forma, todos los análisis se terminan cuando a la expectativa hinchada se le antepone la realidad, ya hubo cambio de gobierno y se explayaron todas los cambios que el sector necesitaba ahora viene un suave aterrizaje a la realidad y el mercado funcionará como siempre acercando las puntas. No existe una gran diferencia entre lo que debería valer un vientre de acuerdo a la visión de su dueño y lo que la plaza quiere pagar, solamente es una cuestión de tiempo y de oportunidad, las apuestas fueron durante diciembre ahora todos miran los números finos.

Como contrapartida a los lotes especiales de vientres, el resto de los lotes aún de muy buena calidad tuvieron mejor colocación, incluso los vientres de haciendas generales consiguieron compradores, posiblemente en forma más trabada y muy discutida en sus valores pero siempre mostró que compradores existen.

En resumen este remate de febrero podemos definirlo como un remate sostenido que supo mantener relativamente los precios, los cuales fueron claramente superiores a noviembre pero nunca a los precios alocados de diciembre, un baño de realidad que nos hace ser positivos. (Autor: Raul Milano)

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