La falta de agua acorrala la siembra triguera

En algunos lugares de la región pampeana la siembra está parada, pero la intención de siembra sigue en pie.

Se esperaban precipitaciones de variada intensidad y viento fuerte sobre el noreste de la provincia de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe en el pasado fin de semana, entre el 5 y el 8 de junio. Pero la cantidad de agua fue muy escasa; no hubo más que lloviznas y tiempo húmedo en gran parte de la franja este de Argentina, incluyendo a Buenos Aires, el sur de Santa Fe y este de Córdoba. Sólo parte del centro y norte de Santa Fe recibió entre 5 y 30 mm junto con el norte de Entre Ríos. En el sector del extremo NE de entrerriano los valores superaron los 50 mm.

La mayor influencia que ejerció el centro de baja presión ubicado en Uruguay y los fuertes vientos del este que se esperaban y no se produjeron fueron los principales motivos del faltante. Y, por último, el frente frío que debía precipitar la alta humedad atmosférica tampoco se presentó para que las lluvias se produzcan.

Trigo con una siembra que aún puede ser récord

Faltan por sembrar 4,2 M ha, 60% del área de intención total, cuando la campaña empieza a transcurrir los meses más deficitarios de lluvias. Los últimos quince días fueron de mucho desconcierto en el sector y las encuestas para verificar intenciones de siembra lo reflejaron, mostrando algunas disminuciones en la región pampeana. Pero, en esta semana, incluso después de que fallaran las lluvias, se señalaba la búsqueda de estrategias para tener la oportunidad de sembrar y mantener la intención.

En Córdoba, más allá del adelanto en las últimas tres semanas —ya se pudo sembrar el 62% del área proyectada— las siembras están paradas en buena parte de la provincia. Muchos productores creen que sería dificultoso completar todas las labores faltantes, pero siguen a la espera de lluvias. Hay un potencial de caída significativa en el área cordobesa. La contracara es Buenos Aires. Con un avance de siembra del 15% del área, la estimación señala en principio un aumento de un 10%, pasando a 2,6 M ha. Pero, dadas las excelentes condiciones de humedad en todo el perfil, hay un potencial de siembra de 2,9 M ha, con lo que podría compensar el área que no se alcance a implantar en el oeste.

Los dos últimos pronósticos de lluvias que no lograron concretarse han sido una muy mala noticia. Hasta hace un mes estaban dadas las condiciones para que el trigo sobrepasara largamente los 7 M ha. Con cada semana que pasa, la campaña tiene menos probabilidades estadísticas de recibir las lluvias que necesita. Por otro lado, llaman la atención las reservas de agua en todo el perfil de los suelos de Córdoba: las reservas en profundidad son suficientes por las lluvias de marzo y abril, pero falta el agua para sembrar. Por todas estas razones se sigue estimando para Argentina una siembra de 7 M ha. El desafío de lograr una siembra récord, 2% superior al ciclo previo, ante contratiempos varios la transforman en una campaña histórica y épica.

Fuente: GEA

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