Imposible calcular el daño

En lo que va del año, el 75% de Chaco recibió montos de lluvias que van de los 900 a 1.100, superando los registros de los últimos 30 años.

Las lluvias de este último fin de semana se ensañaron con el litoral argentino, pero la provincia de Chaco se llevó la peor parte, recibió más de 100 mm en casi todo su territorio. Los valores sobrepasaron los 200 y hasta 300 mm en grandes áreas. En Resistencia, hasta las 8:00 a.m. del 22 de abril, se registraron 140 mm, 200 mm en Las Breñas y 220 mm en Roque Sáenz Peña. Pero en Mesón de Fierro, Pampa Landriel, La Clotilde y Tigra fueron más de 300 mm.

Aparte, toda la situación sufre el agravante de que las lluvias vienen dejando montos excepcionales desde hace meses: en los primeros 14 días del 2019 en Resistencia (Chaco) se midieron 424 mm.

Tomando los últimos 30 años para el periodo que va del 1ro de enero hasta el 22 de abril el promedio de lluvias acumuladas es de 550 mm. Pero en el 2019, en esos 112 días llovieron entre 900 y 1.100 mm, es el doble de lo histórico para toda la provincia.

Ha sido un ciclo productivo muy complejo para Chaco. Durante la implantación de soja, las lluvias imposibilitaron que se siembren 100 mil hectáreas. Luego, durante enero provocaron la pérdida de 35 mil ha implantadas. Pero a pesar de las condiciones extremas, enero con lluvias casi todos los días y febrero con temperaturas extremo, el cultivo había salido adelante. Los primeros lotes cosechados sorprendían, los sembrados más temprano mostraban rindes de 38 quintales y algunos cuadros superaban los 40. Incluso en los lotes afectados por inundaciones los resultados que se esperaban eran de 30 y 35 qq/ha. Las estimaciones crecían mes a mes, en marzo subió 2 quintales, el promedio del rinde provincial se situaba en 29,5 qq/ha. Se esperaba que siguiera incrementándose con los valores de cosecha. Pero ahora es muy difícil tener una idea del impacto productivo.

Es una situación inédita de lluvias. La cosecha ha quedado envuelta en una vulnerabilidad extrema. Quedan pendientes de cosecha unas 465 mil ha de soja. Ya se prevén pérdidas de calidad en las sojas de primera que ya se encontraban listas para cosechar. El grado de afección dependerá de por cuánto tiempo se extienda el mal tiempo. Pero las pérdidas de rinde y superficie apta de cosecha son imposibles de calcular. Aparte, con la caminería tan afectada, es muy difícil saber cuándo va a poder volver a reanudarse la cosecha. (GEA)

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