Hay un nuevo paradigma en siembra directa

Ante cualquier desarrollo para renovar un sistema en funcionamiento, siempre surge la pregunta sobre los beneficios que posibilitará la nueva tecnología. En el caso de los dosificadores eléctricos en sembradoras de granos, el principal beneficio es la independencia de cadenas, ejes cinemáticos, engranajes, piñones y otros implementos.

Con este nuevo sistema sólo es necesario un “mazo de cables” que va a un motor individual encargado de impulsar cada distribuidor, que puede ser comandado por una consola. El hecho de que una máquina tenga menos piezas móviles significa menos reparaciones y menos problemas de calibración.

Se trata de nuevas máquinas que estarán disponibles a la venta para esta campaña de siembra 2014. Esta tecnología tiene sus inicios en el año 2011, cuando la empresa norteamericana Graham entró en este mercado con un desarrollo innovador. Siguiendo esa tendencia, varias compañías consiguieron sus desarrollos y ya ofrecen al mercado sembradoras eléctricas. La marca Kinze ofrece el sistema de dosificación eléctrica como opción en su nueva sembradora 4900.

La empresa Horsch brinda este equipamiento de serie en sus sembradoras modelo Maestro. También se pueden comprar los kits que proveen empresas como Equipo Graham y Precision Planting, y que le permiten al productor actualizar su sembradora existente. El kit tiene un costo promedio de alrededor de mil dólares por cuerpo, dependiendo de las opciones.

En todas las marcas, el dosificador eléctrico funciona con la misma premisa: un pequeño motor eléctrico instalado en cada cuerpo de siembra de la máquina, que impulsa cada dosificador de semillas. La potencia proviene de una batería o un alternador en el tractor o el implemento. Las diferencias están en los requisitos de potencia de cada motor y cómo se suministra ese poder.

Beneficios agronómicos

La precisión en la colocación de semillas es un gran problema, por lo que los productores tratan de cubrir más terreno con máquinas cada vez más grandes y sembrar a la velocidad más baja posible. Según los que ofrecen esta tecnología con el motor eléctrico, la precisión de la siembra se mantiene independientemente de la velocidad de la sembradora. Consideran la posibilidad de sembrar a una velocidad de 13 kilómetros por hora manteniendo la uniformidad en el espaciamiento entre semillas.

La utilización de motores eléctricos abre nuevas fronteras permitiendo regulaciones antes imposibles y facilitando o simplificando otras. El hecho de que cada cuerpo de siembra tenga un comando independiente posibilita el corte por sección, impidiendo el solapamiento de la siembra duplicando el costo de semillas y evitar disminuciones de rendimiento por sobrepoblación.

También permite la compensación de siembra en caso de labores en curvas, ya que permite mantener el espaciamiento entre semillas constante desde el surco interno hasta la parte exterior.

Se puede, además, realizar dosis variable en microvariabilidad sin limitante en el tamaño de las zonas delimitadas, ya que la densidad puede variar cuerpo por cuerpo.

La simplificación del sistema y la eliminación de componentes en la sembradora incrementan el espacio físico en la máquina y permite adicionar otros elementos y correr la frontera de la creatividad. Posibilita agregar con mayor facilidad componentes de regulaciones automáticas de la siembra, como el control automático de profundidad y presión de los cuerpos de siembra.

Prototipo

La empresa Kinze anunció a fines de diciembre de 2013 el concepto de siembra multihíbrido desarrollado en base a demandas presentadas por técnicos de híbridos Beck. Hace dos años, la empresa de semillas quería lograr una forma de sembrar dos híbridos en el mismo surco para realizar siembra variable de híbridos. La idea se convirtió en una sembradora Kinze totalmente revolucionaria que con un mismo distribuidor y sistema de siembra puede variar el híbrido de manera sitio específico.

Las primeras experiencias la realizaron modificando una sembradora twin row modelo 3600, que consistía en dos sembradoras una delante de otra pero desfasada en 17 centímetros. Sembraban una u otra, según el híbrido que se quisiera sembrar en las distintas zonas, pero el hecho de que la línea del surco se desfasara de un hibrido respecto al otro dificultaba la cosecha. Además, el costo era elevado porque necesita duplicar todo el sistema. No sólo se necesitaban dos distribuidores y dos tolvas, sino que también se requerían dos sistemas completos de siembra y el doble de potencia para arrastrar el implemento.

Actualmente, el accionamiento eléctrico abrió nuevas fronteras. Ingenieros de la empresa Kinze abordan estos desafíos mediante el actuador eléctrico disponible en la serie de sembradoras 4900. Cada cuerpo de siembra incluye dos distribuidores de semillas, lo que significa que los dos híbridos diferentes se siembran en el mismo surco.

Sistema múltiple

Bajo el concepto de distribución doble, la empresa Precision Planting también apostó a la siembra de doble híbrido y anunció el desarrollo del sistema multi-híbrido, utilizando su distribuidor Vset y el nuevo motor eléctrico Vdrive. Con este dispositivo se elimina la caída libre desde la placa del distribuidor hasta el fondo del surco. A través de una cinta transportadora la semilla es trasladada. La cinta gira en función del aumento o disminución de la velocidad de la sembradora, lo que asegura que la semilla no ruede cuando aterriza en el surco. 

Autor: Juan Pablo Vélez – Técnico integrante de la Red de Agricultura de Precisión del Inta Manfredi

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