En el acto inaugural de la 137.ª Exposición Rural de Palermo, realizado el pasado sábado, el presidente Javier Milei anunció una reducción permanente de las retenciones sobre productos agroexportables. Entre los principales cambios:
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Carne vacuna y aviar: del 6,75 % al 5 %.
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Maíz y sorgo: del 12 % al 9,5 % (o 9,3 % según fuente).
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Girasol: del 7,5 % al 5,5 %.
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Soja: del 33 % al 26 %, y sus subproductos del 31 % al 24,5 %.
Milei calificó a las retenciones como “un flagelo” impuesto por la “casta política” y aseguró que reducir impuestos será una obsesión constante de su gestión. También enfatizó que esta decisión no es temporal: “Mientras yo sea presidente, estas bajas serán definitivas”.
Repercusiones en el sector agropecuario
El anuncio del primer mandatario despertó una ola de reacciones en el sector, que si bien celebra la reducción impositiva, mantiene reservas sobre su alcance real y su impacto en la rentabilidad de los productores.
Para Gustavo Idígoras, presidente de CIARA/CEC, los anuncios “son auspiciosos tanto en las medidas de facilitación, desregulación e incentivos, así como en derechos de exportación. La baja de retenciones de soja del 33 al 26% y del 12 al 9.5% para todos los granos serán permanentes y eso generará un efecto favorable de mayor producción que auspiciamos totalmente”.
Fernando Botta, de Agrobrokers, consideró que la medida “es positiva en términos económicos porque siempre es buena una baja de impuestos”, aunque advirtió que “el contexto de precios internacionales no es muy bueno, por lo que probablemente no cambie demasiado la situación de corto plazo del productor agropecuario”.
Botta destacó que la decisión también puede beneficiar a las economías regionales: “Aproximadamente unos 1.200 millones de dólares quedarán en los pueblos del interior, que son los que más sienten la crisis del sector”. Para el empresario, la principal relevancia del anuncio está en la señal política: “Reafirma el camino hacia la baja de impuestos y la eficiencia del Estado, cumpliendo promesas aún cuando el contexto no es favorable. Esto anima al sector agropecuario a seguir apostando por la producción y los negocios agrícolas”.
Por su parte, el productor Santiago del Solar fue más cauto: “Quedamos igual que el 30-6. Se subió DEX el 1-7, y ahora se anuncia la baja al nivel anterior. No cambia la expectativa si no hay un cronograma de reducción. Es una lástima”. Del Solar comparó la situación actual con la del gobierno de Mauricio Macri: “Al final de Macri, DEX soja era 24% y derritiéndose día a día, con mercados a futuro que se vendían con menos DEX. La gran diferencia es que antes las retenciones eran para todos los sectores, no sólo para el agro”.
El exsecretario de Agregado de Valor Néstor Roulet también se mostró crítico: “Antes de la baja de retenciones de soja el productor perdía 90,62 U$. Esta baja permite un ingreso de 90,1 U$/ha adicional, es decir, sigue sin rentabilidad. El Estado igual se queda con 345,8 U$/ha… ¿no tiene sabor a poco?”. Con ironía, agregó: “No está mal: ‘No roban un poquito menos’. Lástima los U$S 400 millones que transferimos al sector exportador e industrial, al vender el 50 % de la soja a 20 U$/tn”.
La productora Andrea Passerini coincidió en que la medida es insuficiente y cuestionó la forma en que se toman las decisiones: “Volvemos mayormente a los niveles de DEXs del 30 de junio. Ok, siempre es mejor achicar el monto del robo. Dicho esto, se evidencia un sistema de toma de decisiones de mínima precario e improvisado que a mí no me da nada de tranquilidad. Para carne de novillo, esperaba eliminación”.
Con estos testimonios, el sector agropecuario muestra una mirada ambivalente: celebra la reducción de impuestos, pero demanda señales más claras y de largo plazo para consolidar la inversión y la rentabilidad.