Desarme de SanCor

El miércoles 31 habrá asamblea. Harán efectivo el traspaso de distintos activos negociados en las últimas semanas

Al final de las reuniones de esa jornada, SanCor habrá formalizado la venta de dos plantas industriales y las marcas industriales “Angelita” y “Las Tres Niñas” al gigante Adecoagro. El pacto además incluye la transferencia de 300 operarios.

A la par, la compañía oficializará su salida del negocio de los postres, frescos, flanes y yogures. Así, transferirá el 10% que todavía posee en la sociedad Alimentos Refrigerados SA a su partenaire Vicentín, dueña ya del 90% restante de la alianza. Esta última operación también incluye la entrega de “Lechelita”, otra marca propia.

SanCor viene de vender su planta en Coronel Moldes, provincia de Córdoba, a una cooperativa láctea en Huanchilla, en la misma provincia; y de transferir el control de sus instalaciones en Centeno, provincia de Santa Fe, a la compañía La Tarantela. También dejó en manos de San Gotardo, una láctea bonaerense, el dominio de su estructura en General Charlone.

A todo esto hay que agregarle la venta del 50% de su participación en la planta de elaboración de proteína de suero para quesos AFISA que, en alianza con la danesa Arla Foods, explotó hasta enero de este año en Porteña, provincia de Córdoba. La comercialización de estas acciones le permitió recaudar u$s35 millones, y parte de este monto fue empleado para la entrega de 200 retiros voluntarios.

Ahora, y sólo por la venta de las instalaciones de procesamiento en Morteros y Chivilcoy, en las provincias de Córdoba y Buenos Aires respectivamente, la dirigencia de SanCor espera alzarse con embolsos por hasta u$s45 millones.

El monto en cuestión, aseguraron a iProfesional voces cercanas a la unión de cooperativas, tendrá como principal destino la cancelación de obligaciones derivadas del Acuerdo Preventivo Extrajudicial al cual se encuentra sujeta SanCor desde que, en abril de este año, la firma reconoció su situación de “crack” financiero.

Según pudo saber este medio, la compañía debe afrontar ante más de 2.000 acreedores sendos pagos por una cifra total cercana a los $11.500 millones. A esa cantidad habría que adicionar los casi $800 millones que la firma le adeuda al gremio ATILRA en concepto de aportes sindicales.

“La empresa mantiene una deuda de años y los sucesivos directorios se han ocupado de minimizar el monto acumulado. La realidad es que, como sindicato, nos ha tocado mantener un rol social y continuar con las prestaciones en protección del trabajador. Pero la realidad es que alguien se va a tener que hacer cargo. El gremio no puede cubrir costos de forma infinita”, expresó ante iProfesional un vocero de ATILRA.

Un aspecto a destacar de este movimiento que tendrá lugar a fin de octubre radica en que, más allá de la venta de todos estos activos, SanCor continuará funcionando como marca independiente y mantendrá una estructura productiva de relevancia.

Así, y al margen del traspaso de las instalaciones de Morteros y Chivilcoy, la unión de cooperativas mantendrá el control operativo de otras seis plantas distribuidas entre Córdoba y Santa Fe.

Adecoagro redefine su propuesta

“Si bien en un principio se planteó la posibilidad de una sociedad de terceros haciéndose cargo de la empresa, el nivel de endeudamiento de SanCor y el tamaño desmesurado de su estructura terminó desalentando la idea. Al final, los interesados terminaron avanzando sobre algunos activos que consideran importantes para sus negocios. Asumir el dominio de semejante ‘lío’ financiero implicaba mucho riesgo”, sostuvo a iProfesional un analista vinculado con la firma.

La fuente consultada expresó que, como consecuencia de esta misma decisión de los compradores, “la supervivencia de SanCor como actor lechero tendrá una vida más”. El especialista dio por descontado que sólo con el desembolso que llevará a cabo Adecoagro, la unión de cooperativas recortará gran parte de su actual deuda.

La incorporación de las plantas de Morteros y Chivilcoy a la estructura productiva de Adecoagro es vista en esa compañía como un complemento que permitirá potenciar el horizonte exportador que, para el sector lechero, comenzó a abrirse a partir de las últimas subas del dólar.

Consultadas respecto de la decisión de adquirir dichas instalaciones, además de las marcas “Angelita” y “Las Tres Niñas”, fuentes cercanas a la principal productora de leche cruda de la Argentina explicaron que el interés mutó luego de una primera propuesta que contemplaba la compra de la totalidad de SanCor.

“En un principio se hizo una oferta por todo y luego la propuesta se fue refinando. El resultado de ese proceso es el interés por estas plantas. La intención es asumir el control operativo de esas instalaciones a los pocos días de confirmado el traspaso”, dijo a iProfesional una voz cercana a Adecoagro.

La misma fuente descartó que la deuda que SanCor mantiene con sus acreedores haya sido una variable que jugó en contra a la hora de definir una oferta por toda la estructura de la lechera.

“No es un aspecto con incidencia en la operación. Sin embargo, está como condición comprar plantas que no corran un peligro de embargo. Todo esto se enmarca también en el plan de la compañía de duplicar su capacidad de procesamiento de leche en el transcurso de dos años”, indicó.

Aunque todavía restan definir detalles respecto de cómo será el ritmo de producción de las plantas que SanCor dejará de controlar a fines de este mes, muy cerca de Adecoagro anticiparon que una de las instalaciones se ocupará de generar leche en polvo con destino a los mercados externos.

“La intención es orientar estructura hacia la venta a la exportación. El tipo de cambio ahora ayuda. Las vacas se alimentan ?en dólares’, así que claramente conviene más pensar hacia afuera”, razonó el ejecutivo consultado.

Fuente: iProfesional

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