La presidenta del Concejo Municipal de Rosario, María Eugenia Schmuck, se manifestó en contra del pedido de aumento en la tarifa de taxis y sostuvo que una suba de precios podría tener un efecto contraproducente en un contexto de fuerte caída en la demanda del servicio.
“No estoy de acuerdo con el aumento de taxis, se lo digo con todo el amor del mundo a los taxistas. Creo que se va a bajar todavía más gente del taxi”, afirmó la concejala, al tiempo que aclaró que históricamente el Concejo acompañó los incrementos cuando existía consenso dentro del sector. “Cuando todos los grupos vinculados a la familia taxista se ponen de acuerdo, el aumento no se lo negamos”, recordó.
Sin embargo, Schmuck señaló que esa unidad hoy no existe. Por el contrario, remarcó que hay numerosos choferes y titulares de licencias que rechazan la suba por temor a perder aún más pasajeros. “Muchos sectores nos están diciendo que no quieren el aumento porque la gente no está subiendo al taxi”, explicó.
En ese marco, destacó que los propios taxistas están recurriendo a estrategias para sostener la demanda, como la aplicación del descuento del 30% permitido por ordenanza y la promoción de tarifas reducidas para jubilados y estudiantes universitarios. “Están volanteando, están promocionando descuentos, porque la realidad es que la gente no se está subiendo”, describió.
La presidenta del Concejo fue aún más contundente al referirse al debate estructural que atraviesa al sistema de transporte urbano. “Hace 12 años que estamos con este tema. Esto es el cuento de la buena pipa”, lanzó, y volvió a plantear la necesidad de avanzar en la legalización de las aplicaciones de transporte como Uber.
“Hay que legalizar Uber, no tengo ninguna duda. Lo están pidiendo los vecinos de Rosario”, aseguró. En ese sentido, consideró que regular estas plataformas permitiría una competencia más justa, ya que deberían cumplir con controles sobre los choferes, los vehículos y también con obligaciones tributarias. “Acabemos con esta pelea intestinal que no beneficia a nadie”, reclamó.
Schmuck admitió que hoy existen resistencias tanto del sector taxista como de las propias aplicaciones, pero insistió en que el Estado debe generar las condiciones para ordenar el sistema. Finalmente, anticipó que el próximo año habrá dos debates centrales en la agenda municipal: la regulación de las apps de transporte y el problema de los “trapitos”.
“Desde el Concejo podemos colaborar y mucho, ahora que somos una ciudad autónoma. Uber y trapitos son dos temas clave que hay que encarar como gestión”, concluyó.
