Obring prepara un plan urgente de obras para recuperar la seguridad del corredor Rosario–Victoria

El presidente de la constructora, Franco Gagliardo, adelantó que una vez formalizada la adjudicación, se ejecutará un plan de contingencia de 12 meses para reparar baches, repavimentar tramos críticos y renovar la señalización. “Es uno de los trayectos más peligrosos del país”, advirtió.

El presidente de la empresa Obring, Franco Gagliardo, confirmó que el grupo de compañías que encabeza resultó adjudicatario de la licitación del corredor vial Rosario-Victoria, un tramo clave de 59,4 kilómetros que conecta a Santa Fe con Entre Ríos y forma parte del eje logístico del Mercosur.

Es un gran desafío, no sólo porque es un conector estratégico para el transporte de cargas, sino también por el estado de deterioro que presenta hoy la ruta y el puente”, explicó Gagliardo.

El consorcio adjudicatario está integrado por Obring, Rovial y Edeca, tres firmas de origen rosarino, junto a las entrerrianas Pitón y Petroboni. “Logramos una sociedad biprovincial sólida, con empresas con experiencia y presencia en la región. Es un compromiso no sólo económico sino también territorial: queremos contribuir al desarrollo del corredor y a mejorar la seguridad vial”, señaló el empresario.

Un nuevo modelo sin subsidios

Gagliardo remarcó que el nuevo esquema de concesión no contempla subsidios por parte del Estado. “Toda la inversión que se va a hacer, en mantenimiento, repavimentaciones, iluminación y obras de seguridad, se recuperará exclusivamente a través del cobro de peaje”, explicó.

La oferta presentada por el grupo resultó un 18% más baja que el tope fijado por el Estado. “Pasamos una tarifa de $3.385,80 por vehículo, por debajo del máximo permitido, lo que garantiza viabilidad económica sin comprometer la inversión”, detalló.

El empresario sostuvo que se busca marcar un cambio de paradigma en materia de concesiones viales. “En el pasado, muchos corredores funcionaban con subsidios o sin ejecutar las obras necesarias. Esta modalidad apunta a garantizar mantenimiento constante y transparencia en la gestión”, enfatizó.

Obras iniciales y plan de contingencia

Una vez formalizada la adjudicación, las empresas deberán ejecutar en el plazo de 12 meses un plan de obras iniciales de puesta en valor, que incluirá bacheo, fresado, repavimentaciones, sellado de fisuras y nueva señalización horizontal y vertical.

“Ni bien se tome posesión del corredor, comenzarán los trabajos. El objetivo es mejorar la transitabilidad y reducir la siniestralidad, que hoy es muy alta. El tramo presenta deformaciones, aguayamiento y problemas de drenaje que hacen peligrosa la conducción, especialmente los días de lluvia”, describió Gagliardo.

El mantenimiento integral del corredor se mantendrá durante todo el período de concesión, con auditorías y exigencias normativas fijadas por Vialidad Nacional.

Financiamiento y apuesta regional

Consultado sobre la posibilidad de acceder a una línea de crédito del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), anunciada por el Gobierno nacional, Gagliardo aclaró que hasta el momento no hubo contacto con la entidad. “Fue algo mencionado en versiones periodísticas, pero el monto disponible sería menor al necesario para una obra de esta magnitud. Nuestra propuesta no contempló financiamiento bancario, fue una inversión directa del grupo empresario”, sostuvo.

Finalmente, el titular de Obring destacó el valor simbólico y económico de que empresas regionales se asocien para participar en licitaciones nacionales: “Somos firmas con trayectoria en Santa Fe y Entre Ríos, con una mirada estratégica sobre el desarrollo de la región. No es casual que nos interese este corredor: lo usamos todos los días y sabemos la importancia que tiene. También lo asumimos como una responsabilidad ciudadana, porque necesitamos una ruta segura y moderna que una Rosario con Victoria”.

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