Tras la desaparición física de Rogelio Pontón, sus alumnos y discípulos decidieron homenajearlo con una placa en el salón del quinto piso de Fundación Libertad. Dejando así un recuerdo de una persona muy querida, por sus ideales y su compromiso, con la sociedad, al igual que con la entidad.
En un acto que se celebró esta semana, las personas que acompañaron a este intelectual a lo largo de su vida, recordaron anécdotas con él, pero sobre todo, el mensaje que le dejó. Así, Gerardo Bongiovanni, presidente de Fundación Libertad, Matías Spelta, miembro del grupo joven del think tank , Rafael Beltramino y Walter Castro, dos discípulos de él, Víctor Cabanellas, Bolsa de Comercio, Diego Marcos, UCEL, Stella Requena, rectora de la UCEL, al igual que Patricia Bergero, una de las personas que compartió más horas de trabajo con él, compartieron unas palabras.
Más allá del nombre, en el salón quedará un recuerdo con su rostro y la siguiente leyenda, “Desde la gran humildad de su sabiduría extensa fue el máximo inspirador y a la vez el más querido amigo de quienes habitamos esta casa”.
