Los hogares unipersonales se duplicaron y ya representan el 25% en Argentina

El último censo muestra un crecimiento sostenido de personas que viven solas, un fenómeno que también se refleja en Rosario. Según especialistas, los cambios son culturales, económicos y modifican la demanda inmobiliaria local

En los últimos veinte años, los hogares unipersonales en Argentina pasaron del 12,2% al 24,8%, duplicando su cantidad absoluta de 1,3 a 3,7 millones, lo que significa que 8,7% de la población vive sola, frente al 3,7% registrado en 2001. En Rosario, aunque no hay datos exactos a nivel municipal, la tendencia se percibe claramente en el mercado inmobiliario y social, según explica Alejandro Bassini, coordinador del Departamento de Estadísticas del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (COCIR).

“A nivel cultural, hoy hay una tendencia a la no radicación y a un estilo de vida más nómade, especialmente entre los jóvenes. Es más transversalmente cultural que inmobiliaria, aunque la coyuntura económica y las condiciones del mercado también influyen”, señala Bassini. Para el especialista, este fenómeno se refleja en la demanda de vivienda: “Las tendencias son hacia unidades chicas. Antes se buscaban departamentos de 200 o 300 m²; hoy, aunque siguen existiendo, predominan los de uno o dos dormitorios. Esto responde a un cúmulo de factores: culturalmente está por encima del resto, luego vienen los factores económicos e inmobiliarios”.

El cambio en la demanda no se limita a la vivienda: Bassini lo vincula con transformaciones en el ámbito comercial. “Hoy ya no se demandan oficinas de 300, 400, 500 metros cuadrados. Se busca co-working, teletrabajo, e-commerce. Esto se traslada a la vivienda: se prefieren unidades más pequeñas, funcionales, con conectividad y amenidades. Por ejemplo, es muy difícil vender departamentos sin balcón en el área central de Rosario”.

El especialista también destaca que el perfil de los inquilinos cambió. “En áreas universitarias, se ha reducido la cantidad de estudiantes extranjeros que se radicaban en barrios como Echesortu, República de la Sexta, Luis Agote o Pichincha, mientras que ha aumentado la demanda de jóvenes locales, atraídos por mejoras en seguridad. Esto muestra cómo factores culturales y económicos influyen en el modo de habitar la ciudad”, explica.

Actualmente, según Bassini, lo que más se alquila en Rosario son departamentos de uno y dos dormitorios, mientras que las familias tipo han reducido de tres a dos dormitorios para abaratar costos. “Se buscan monoambientes y lofts más funcionales, incluso para segmentos acomodados, donde el concepto es tener lo esencial, más funcionalidad que distribución tradicional”, agrega.

El fenómeno de los hogares unipersonales no es exclusivo de Rosario: en provincias como Santa Fe, Córdoba y La Pampa representan entre 26% y 30% del total de hogares, mientras que en la Patagonia predominan los hombres que viven solos. A nivel etario, uno de cada cuatro mayores de 65 años vive solo, aunque el crecimiento más notable se dio entre los 20 y 39 años, un segmento que aportó más de un tercio del aumento total de hogares unipersonales entre 2010 y 2022.

En Rosario, este cambio se refleja también en la oferta inmobiliaria y la vida cotidiana: departamentos chicos, lofts y unidades funcionales son cada vez más solicitados, mientras que la vida en soledad se consolida como una realidad social y cultural de la ciudad. “Hoy, la vivienda se adapta a la manera de vivir de las personas: más funcional, más segura, con conectividad y espacios pensados para un estilo de vida dinámico”, concluye Bassini.

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