En el marco de los 215 años del Primer Gobierno Patrio, el intendente de Rosario, Pablo Javkin, pronunció un mensaje con fuerte contenido institucional y político, que trascendió lo simbólico de la fecha. En su discurso, reivindicó los valores fundacionales de la Revolución de Mayo, resaltó la necesidad de avanzar hacia una Argentina federal real y puso en valor el momento que vive la ciudad en términos de seguridad, articulación estatal y planificación urbana.
“Este 25 de mayo elegimos celebrarlo como lo merecemos, con las familias en las plazas, las escuelas pintadas de celeste y blanco y nuestra bandera flameando bien alto”, comenzó Javkin en el acto realizado en la Plaza 25 de Mayo. Pero rápidamente el tono festivo dio paso a un repaso firme del camino recorrido por Rosario en su lucha contra las organizaciones criminales.
“Si hoy podemos hacerlo, es porque este millón de gente de buen corazón tuvo el coraje histórico de decirle no a las mafias. Rosario rompió definitivamente las cadenas que nos hacían vivir en el asedio del miedo y la violencia”, afirmó. Y enfatizó que esa transformación fue posible gracias a un abordaje integral, con todos los niveles del Estado involucrados. “No hubo un solo día en que no cumpliéramos con nuestra máxima responsabilidad: defender a Rosario”, subrayó.
En su mensaje, el mandatario también envió señales políticas al destacar el rumbo de autonomía que busca la ciudad. “Somos una ciudad grande, y pronto vamos a ser una ciudad autónoma”, sostuvo, y lo enmarcó dentro de una visión federal que propone reconfigurar la relación entre el interior productivo y el poder central.
“Queremos una Argentina grande. Y para eso hay que tener la valentía de ser un país verdaderamente federal. Todo el interior está dispuesto a dar esa pelea”, expresó Javkin. La referencia directa a la cuna de la bandera nacional no fue casual. Desde Rosario, la convocatoria fue clara: “A toda la Argentina le decimos: pongámonos de acuerdo, como lo hicieron nuestros próceres. El camino siempre va a ser desde el diálogo y el consenso, nunca desde el grito ni el agravio”.
El intendente cerró su intervención con una apelación al orgullo local y al compromiso colectivo que permitió a Rosario enfrentar uno de los momentos más difíciles de su historia reciente. “Si por algo vamos a quedar en la historia, es por haber vencido con la revolución de la gente buena a las mafias. Ese es el capítulo que escribimos juntos y que guardará con orgullo nuestro Tricentenario”.