Roberto Villavicencio, presidente del Grupo Oroño y de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de Rosario, dialogó con ON24 y describió el panorama que se vive en los efectores de salud ante la escalada de casos en la ciudad y la región.
¿Cómo es el cuadro de situación en el sector privado de la salud en Rosario?
Hay una reserva de camas de magnitud, algo mayor al 80%. Con este nivel hay un alerta y preocupa porque un paciente que ingresa no se va inmediatamente, sino que demora bastante y se genera una acumulación de pacientes que no dejan camas libres.
Se ven declaraciones muy alarmantes por parte de profesionales del sector público, que inclusive hablan de que puede darse la situación de pacientes acumulándose en las puertas de los hospitales; ¿esto puede observarse en los efectores privados?
Nada de eso sucede en el sector privado. Nosotros tuvimos que ampliar nuestro centro epidemiológico para poner más consultorios, pero no porque haya más requerimiento de internación de piso.
Siempre está la inquietud de no tener camas críticas, que son la única herramienta para revertir un cuadro pulmonar grave, que es lo que le sucede a los pacientes con Covid-19 en su condición más compleja. Por eso hay tanta sensibilidad con las camas críticas, pero no pasa lo mismo con los pacientes que van al sector ambulatorio o que tienen cuadros leves, que son el 85 o 90% del total.
¿Cuándo se comenzarán a observar los resultados de las últimas medidas de restricción?
Deberían empezar a observarse a partir de hoy. Si se han cumplido -y yo creo que así fue- debería bajar el número de contagios. Si esto sucede vamos a poder aliviar la situación.
El Ministerio de Salud de Santa Fe resolvió suspender todas las cirugías programadas e internaciones que no sean de carácter urgente, ¿van a acompañar la medida?
Hoy nos despertamos con esta noticia, pero lo cierto es que este tipo de intervenciones en el 98% de los casos no se ocupan camas de terapia intensiva. En este punto no afecta en nada, salvo algún contagio intrahospitalario; aunque un paciente está más protegido dentro del sanatorio que fuera de él.
Nosotros somos respetuosos de las normas y haremos lo posible por acompañar. Pero sucede que el sistema estatal funciona por oferta y el privado por la demanda. Si no entran personas a atenderse, no tenemos margen económico para mantener las puertas abiertas. Para nosotros resulta fundamental mantener todos los establecimientos privados abiertos, que es el sector que atiende a los enfermos Covid en su mayor parte.
Si vemos a los pacientes internados en terapia intensiva, el sector privado atiende a razón de 4 a 1. Esto se explica porque se atienden todas las personas mayores de edad, sea por PAMI o la Obra Social Provincial, que tiene sus propios jubilados. Es decir, que el sector privado atiende al 65% de la población, más todas las personas mayores.
¿Qué tipo de testeos se están haciendo en este momento? ¿Se podría haber hecho más en este sentido?
Por un lado está el Plan Detectar, que va en búsqueda de población asintomática probablemente contagiada, y de esa manera disminuir el abanico de contagios. Esto es lo que hace el gobierno en los barrios. Por otro, está el testeo a los pacientes que concurren porque han estado en contacto con un paciente que sospechan que tiene Covid. Estos últimos se les hace la PCR, que está en el orden del 41% de positividad, mientras que la del Plan Detectar es mucho menor.
Yo creo que la gestión en este sentido ha sido buena, el problema fundamental son las camas críticas, que son el instrumento fundamental para revertir los casos graves.
