Este miércoles fue un día de absoluta tristeza, congoja y luto para Rosario, Funes y la región, ante el fallecimiento de Noemí Chicco de Rossetti, quien no solo fue una referente pionera para el espíritu empresarial de la ciudad, sino que también sobresalió por ser una gran impulsora de los valores de la libertad, la iniciativa privada, el compromiso y el sacrificio, que desde hace años siguen al pie de la letra sus hijos y nietos en proyectos que llevan adelante en diferentes rubros de la actividad.
“Se fue en paz, Mimi, mi mamá querida. Era un quebracho de fuerte y así también no le fue fácil a la maldita muerte apagarla. Le agradecí siempre haberme dejado ser libre. Mujer emprendedora e independiente si las hay. Un gran ejemplo de vida para sus hijos y nietos. Agradezco infinitamente haber tenido una madre así. Llegó a bisabuela feliz. Gracias por todo, Mimi”, fue el sentido mensaje de uno de sus hijos, Juan Félix.
“Soy madre, amiga y socia de mis hijos, y sus logros ayudan a cumplir mi destino en la vida”, había expresado Noemí en el libro Pioneras Presentes, que editó Fundación Libertad en el año 2019, con el objetivo de relatar, justamente, la historia de 10 mujeres empresarias que trascendieron a partir de su tenacidad, pujanza e innovación y que dejaron una huella para la ciudad.
Es que Noemí marcó una época y tendencia en el mundo de los negocios inmobiliarios y dejó un valioso legado emprendedor, que cultivó no sólo con los desarrollos y decisiones que ejecutó, sino también con sus activas participaciones en instituciones y fuerzas vivas de la ciudad, como la Organización Argentina de Mujeres Empresarias (OAME), el Foro Regional Rosario o el Rotary Club Rosario Centro.
Oriunda de Morteros (Córdoba), arquitecta de profesión y apasionada por los viajes, se destacó también por su fuerte sello cultural, que la llevaron a convertirse en asesora de la OEA (1988/1990) y vicepresidenta del Mozarteum Argentino Filial Rosario. “No hay que aislarse en las paredes de la empresa, sino abrirse a la sociedad participando en foros, instituciones y organizaciones que nos permitan una visión de lo que sucede alrededor”, había subrayado en aquella publicación, dando cuenta de parte de su filosofía y clave emprendedora.
DESDE SUS INICIOS
Con 21 años, y ya recibida de arquitecta, comenzó a desempeñarse como auxiliar de docencia del arquitecto César Benetti Aprosio y, más tarde, durante 5 años, fue profesora adjunta de Taller I. En ese lapso, se casó con Juan Carlos Rossetti, con quien tuvo tres hijos: Juan Félix, María Eugenia y Juan Carlos.
En 1985, falleció su esposo y asumió la presidencia de la empresa, que debió reorganizar con varias decisiones que implicaron, por un lado, ampliar el negocio agropecuario a la construcción de una planta de silos de 10.000 toneladas bajo la firma de “Sucesores Juan Carlos Rossetti S.A.”. Y, por otro, entre 1985 y 1996, a reconocer todas las propiedades urbanas del sello Rossetti, al tiempo que generaba nuevos proyectos para la firma.
Así, y ya con sus tres hijos incorporados en la empresa, se urbanizaron más de 2100 lotes y en 1997, comenzó a mirar a Funes, particularmente al área de 250 hectáreas conocida como Estancia Nenucho y Haras Kentucky, donde posteriormente sumarían los desarrollos Funes Hills. En el año 2009, se desprendió la unidad Rossetti Desarrollos Urbanos, construyendo el barrio cerrado San Sebastián, y también dos barrios abiertos, Don Juan y Don Mateo.
Hoy en día, la empresa brinda trabajo a más de 500 personas directas y continúa motorizando nuevos proyectos importantes para la región con los valores indelebles con los que Noemí forjó, a base de esfuerzo y perseverancia, una familia y una empresa que, sin duda, siguen su ejemplo.
REDACCIÓN ON24
