En la noche de ayer -martes 18 de diciembre-, Fundación Libertad cerró con una multitudinaria cena, el año de actividades en el marco de su 30 aniversario.
Frente a un auditorio con fuerte presencia empresaria y política, su presidente, Gerardo Bongiovanni, daba una especial bienvenida al Ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, quien junto al Secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco y al guionista y escritor Marcelo Birmajer, darían sendos discursos en el transcurso de la velada.
“El año pasado fue el mismo día que los piqueteros intentaban destruir el congreso. ¡Qué año!”, iniciaba Bongiovanni su discurso recordando el escenario socio político argentino de diciembre del 2017. Y continuó, visiblemente emocionado: “Cumplimos 30 años, fundamos este espacio con mucha ilusión de ayudar a la Argentina, durante el 2018, el país se complicó mucho, cambió el mundo, demasiado, y es probable que siga cambiando. A su vez, este gobierno subestimó muchas situaciones, entre ellas la desastrosa herencia del Kirchnerismo y el déficit fiscal”
“Este gobierno llegó con dos mandatos”, continuó, “El primero, cambiar el sistema político institucional de esencia peronista. El último presidente no peronista en terminar su mandato fue Marcelo T de Alvear en 1928. Macri lo va a terminar y posiblemente sea reelecto”, afirmó contundente.
En la antesala de las asignaturas pendientes que el titular de la Fundación se disponía enumerar, destacó algunos logros de la administración central: “la transparencia lograda en las contrataciones del estado, especialmente de obra pública, la ‘revolución de los aviones’, la lucha anticorrupción que puso a muchos poderosos a rendir cuentas frente a la justicia y la apertura de Argentina al mundo, política pública que pudo visualizarse localmente con la exitosa cumbre del G20”.
Dejando intencionalmente el mensaje más duro para el final, en línea con la prédica liberal del reconocido think tank, Bongiovanni reclamó eficiencia en el funcionamiento del estado con la debida reducción del déficit “sin aumentar los impuestos”, aclaró.
“El gasto público termina siendo un conglomerado de curros, que, en el caso de Aerolíneas Argentinas y la EPE, se siguen defendiendo”, disparó, sumando un dato que desnudó el desmanejo de los recursos públicos: “La legislatura de Santa Fe gasta tres veces lo que gasta la de Madrid. Que no se envuelvan en la bandera argentina y digan ‘esto es por la patria’, porque es un curro”, exclamó en medios de aplausos de aprobación.
Aprovechando la importante presencia de funcionarios y legisladores, reclamó: “La política tiene que estar a la altura de las circunstancias para acompañar estos casos. Hemos visto a concejales en Rosario y Funes trabando proyectos millonarios de inversión, los mismos que critican al gobierno nacional pidiendo generación de empleo”, en clara alusión a los mega desarrollos truncos de los empresarios Aldo Lattuca en el centro local y Horacio Angeli, en las inmediaciones del aeropuerto.
La dureza del mensaje desnuda un país que persiste en el debate de dos modelos antagónicos: populismo versus sociedad abierta, claramente expuestos en los sucesivos discursos de la noche, que palpitó el clima electoral que se viene.
