El Cementerio El Salvador, uno de los espacios más emblemáticos de Rosario, podría sumar una nueva función sin perder su esencia: convertirse en museo. La iniciativa, impulsada en el Concejo Municipal, plantea dar al predio una dimensión cultural que permita preservar y poner en valor su patrimonio arquitectónico, escultórico e histórico.
La concejala Alicia Pino fue quien presentó el proyecto, que ya cuenta con aval de la comisión de Cultura. La propuesta surgió del ex secretario de Cultura Dante Taparelli, en continuidad con el trabajo que se viene realizando a través del programa “Museo Cementerio El Salvador”. Según explicó Pino, la idea es revalorizar el arte funerario y destacar la riqueza patrimonial del sitio, a través de un espacio de exposición, conservación y estudio.
El plan contempla adaptar un depósito existente dentro del predio como sede del museo, donde podrían desempeñarse arquitectos y restauradores especializados. Además, se prevé que el nuevo espacio dependa de una institución ya existente —como el Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino o el Museo de la Ciudad Wladimir Mikielevich— y se promuevan convenios con la Escuela Municipal de Museología o la Universidad Nacional de Rosario.
Otro de los puntos centrales es la creación de un Archivo Digital de Documentación Histórica, que permitiría preservar y acceder a la valiosa información vinculada al cementerio y sus protagonistas.
El Salvador no es un sitio cualquiera. Con más de 50.000 tumbas en cinco hectáreas, se extiende entre las avenidas Ovidio Lagos, Pellegrini, Godoy y Francia, y se distingue por su arquitectura monumental inspirada en los cementerios europeos del siglo XIX. Entre sus calles se alzan esculturas, panteones y plazas de mármol que reflejan distintas épocas de la historia rosarina.
Allí descansan figuras ilustres como Ángel Guido, Juan Bautista Castagnino, Dolores Dabat, Emilia Bertolé, Ovidio Lagos, Lisandro de la Torre, Enzo Bordabehere y Guillermo Estévez Boero, entre otros. Cada rincón guarda una parte de la identidad de la ciudad.
Con este proyecto, Rosario busca que El Salvador sea reconocido no solo como un lugar de memoria, sino también como un museo a cielo abierto, capaz de contar su historia desde el arte, la arquitectura y la cultura.