Densificación: el modelo que impulsa la nueva normativa urbanística

Desde la Asociación de Empresarios de la Vivienda valoraron la propuesta del Ejecutivo local de ampliar los límites de construcción en altura en micro y macrocentro. Argumentan que repoblar esas zonas puede mejorar la seguridad urbana y aprovechar mejor la infraestructura existente.

La ciudad de Rosario podría estar dando un paso clave hacia una nueva etapa de crecimiento urbano. El Ejecutivo municipal propuso revisar los actuales regímenes de altura para habilitar construcciones de hasta 120 metros en ciertas zonas del micro y macrocentro, una medida que busca incentivar el desarrollo vertical ante las limitaciones de infraestructura para expandirse hacia las periferias.

La iniciativa fue bien recibida por la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV), cuyo vicepresidente, Ángel Seggiaro, destacó los beneficios de este enfoque. “Coincidimos 100% con dos aspectos clave: por un lado, la escasez de infraestructura básica como energía, agua potable y cloacas en las zonas no centrales, y por otro, la necesidad de revitalizar el centro con más población y actividades diversas, lo que también contribuye a la seguridad”, explicó Seggiaro a ON24.

Según el empresario, repoblar el centro con viviendas y espacios de trabajo permitiría no solo un mejor uso de los servicios existentes, sino también darle vitalidad a sectores urbanos que hoy tienen baja densidad y altos niveles de vacancia. “Después de la pandemia, se mezclaron los hábitos de vivir y trabajar. Esa transformación puede sumar diversidad y dinamismo a la ciudad”, añadió.

Uno de los ejes del proyecto es evitar la tramitación de excepciones por cada edificio que exceda la altura establecida. Actualmente, cualquier proyecto que supere los límites permitidos requiere una aprobación particular del Concejo Municipal. “La idea es que haya una normativa clara y general: si el lote cumple con ciertas condiciones, se puede construir hasta determinada altura sin necesidad de pasar por una excepción”, explicó Seggiaro.

En esta línea, el empresario reconoció que aún no conocen los detalles del proyecto completo, pero sostuvo que la iniciativa se presentará próximamente en el Concejo para su debate, con la expectativa de alcanzar un consenso político que le dé viabilidad.

Consultado sobre la infraestructura energética, un punto crítico para este tipo de desarrollos, Seggiaro reconoció déficits históricos, aunque valoró el mayor nivel de diálogo con la Empresa Provincial de la Energía (EPE) en la actual gestión provincial. “Hoy encontramos más puertas abiertas y voluntad de resolver tema por tema, como el de los medidores individuales o las conexiones nuevas en edificios en altura”, señaló.

Finalmente, Seggiaro subrayó que la construcción privada sigue siendo uno de los principales motores económicos de Rosario. “La actividad privada en la ciudad está en marcha permanente. Genera empleo como ninguna otra y ha sostenido la dinámica del sector en un contexto de paralización casi total de la obra pública nacional”.

El debate sobre las nuevas alturas también genera interrogantes sobre el impacto urbano, la sombra sobre manzanas linderas y los criterios de planificación. Algunos casos recientes, como el proyecto de la familia Lattuca en Corrientes entre Rioja y Córdoba, quedaron en suspenso ante la falta de definiciones normativas. Para los desarrolladores, lograr reglas claras y predecibles podría ser la clave para destrabar inversiones millonarias.

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