“Decidimos comprar el edificio a fines del 2013, en pleno Kirchnerismo, esto muestra la continuidad de una organización”

Gerardo Bongiovanni repasa los hitos en el 33 aniversario de la Fundación Libertad

Gerardo Bongiovanni, Presidente de Fundación Libertad, repasa para ON24 los hitos que sobresalen en más de tres décadas de historia del think tank liberal rosarino, rankeado entre los centros de pensamiento más influyentes del mundo.

“Hace 33 años se creó la Fundación Libertad en una reunión que se realizó en el estudio de nuestro querido Hernán Racciatti, el primer presidente y gran motor en los inicios de la Fundación.

La entidad venía gestándose desde el año ‘83 en un arduo trabajo con amigos históricos entre los que se encontraban Antonio Margariti, Rogelio Pontón, Angel Tirelli y Pablo Marchetti. Pero la concreción formal de la Fundación fue el 3 de marzo de 1988, en aquel estudio del Palacio Fuentes. 

En ese momento teníamos un objetivo modesto, crear un centro de estudios político, económico y filosófico, que defendiera las ideas de la libertad y la democracia. 

Creo que fue casi un milagro de mi vida haber podido entronizar un proyecto con personas tan lúcidas y de tan buena madera. Fue realmente una casualidad milagrosa encontrarme con tantas personas extraordinariamente valiosas.

En el bar Natali frente al estudio de Margariti, comenzamos a escribir los primeros borradores con Pablo Marchetti. Luego continuamos en el Hotel Italia -que ya no está- allí discutíamos el nombre, los objetivos, siempre con la idea de la defensa de la Democracia Liberal. La Democracia Liberal es una buena forma de definir los valores que intenta representar la Fundación Libertad, ahora que se habla tanto de “Democracia Populista”. Nosotros bregamos por los valores del Capitalismo Democrático, si se lo quiere llamar de otra manera.

La primer sede fue un modesto local de calle Sarmiento, frente al Diario La Capital, con unos pocos colaboradores, muchos de los cuales aún siguen por suerte. 

Comenzamos a sumar empresas, una por una. El primer año estábamos felices con nuestras 15 empresas asociadas, con un aporte pequeño pero muy significativo para nosotros.

Luego comenzaron a producirse hitos en nuestra historia. El primero fue lo que yo llamo la “Internacionalización de la Fundación”. Comenzamos muy modestamente a vincularnos con referentes del exterior. Muy dificultosamente iniciamos viajes para asistir a eventos y luego recibimos a intelectuales extranjeros con la ayuda de Atlas Foundation de Estados Unidos, presidida por Alex Chafuen, entre otras entidades liberales.

A principios de los ‘90, después de haberse puesto a prueba la subsistencia de la Fundación -en el ‘89 pasamos por la Hiperinflación- iniciamos una etapa de gran trascendencia trayendo personalidades de la talla de Lech Walesa -Premio Nobel de la Paz-, siete Premios Nobel de Economía, en el año ‘95 vino por primera vez Mario Vargas Llosa e intelectuales destacados como Guy Sorman, Jean Francois Revel y Paul Johnson. Allí es cuando dimos el primer salto para posicionarnos como una entidad fuertemente internacionalizada.

El segundo hito fue en el año ‘99 con nuestra mudanza al emblemático edificio de Mitre 170. De siete personas en aquella pequeña oficina del microcentro, pasamos a administrar un edificio al que llenamos de actividades, principalmente a través de nuestra Escuela de Negocios, referente de la capacitación ejecutiva local y muy pronto a nivel de América Latina. 

El crecimiento fue acompañado por una presencia mediática muy fuerte a través de programas propios en canales y radios incluso abiertos. Luego se incorpora el proyecto de un portal digital, ON24, que ya tiene 13 años. 

Elegimos momentos raros para construir cosas: la hiper del ‘99 y la mudanza al edificio presidió la otra crisis del 2001. Por algo será que sobrevivimos a tanto….

Decidimos comprar el edificio a fines del año 2013, en pleno Kirchnerismo, esto muestra la continuidad de una organización. A partir de allí consolidamos nuestro proyecto, hicimos muchos avances en el gobierno de la fundación, incorporamos auditorías externas, fortalecimos el directorio, creamos un Consejo Empresario con las empresas más importantes de la región. Todo eso funcionó bien a pesar del mal clima ideológico del Kirchnerismo para una entidad que defiende los valores de la libertad. 

Ahora estamos ante un nuevo y hermoso desafío, que es la ampliación, modernización y refuncionalización de nuestro edificio Faro, mediante un acuerdo muy inteligente que hemos hecho con la empresa MSR, que nos permitirá mejorar la calidad de nuestro espacio, que será a su vez un importante aporte al entorno. Seguramente esta es una nueva etapa, es el relanzamiento de la Fundación, con un área cultural muy destacada, que si bien siempre la tuvimos, ahora se fortalecerá. ON24 también será parte de un reposicionamiento como medio de comunicación donde la Fundación tiene una participación clave.

Este nuevo hito nos encuentra muy optimistas a pesar que estamos sobreviviendo un momento muy complicado por la pandemia, sobre todo por las consecuencias económicas, sociales e institucionales que generó la cuarentena, en especial en un país como la Argentina, con un gobierno con claros matices autoritarios, al que no le gusta nada las opiniones divergentes, aunque me temo que nosotros continuaremos con nuestras opiniones divergentes, de éste y cualquier gobierno que no sea respetuoso de la propiedad privada, el estado de derecho y la libertad económica. Todo esto nos deja un sabor agridulce, porque por un lado nuestros proyectos avanzan, pero el país siempre está a los tropiezos.

Comentarios