Zara: la moda que en Argentina cuesta hasta tres veces más que en España

Las prendas de la marca insignia del grupo español Inditex registran en la Argentina precios que superan ampliamente los valores de España, a pesar de tratarse de productos similares

Zara es sinónimo de moda rápida y accesible en gran parte del mundo. Sin embargo, en la Argentina ese concepto se diluye: una camisa oversize que en España vale €19,99, aquí puede superar los 59.999 pesos. Este fenómeno no es aislado y se repite en jeans, camisas y abrigos.

Un relevamiento de precios entre las webs oficiales de Zara España y Zara Argentina revela diferencias notables. Un blazer oversize cruzado que en España ronda los €29.99 se ofrece en Argentina a $139.999, más del triple. Lo mismo ocurre con los jeans: mientras un modelo ZW Collection Wide Leg en España cuesta €22,99, aquí se consigue por $79.990.

Desde el 1° de abril de 2025, el Régimen de Transparencia Fiscal al Consumidor obliga a las tiendas a exhibir el valor final y el precio sin impuestos nacionales. En el caso de Zara, los impuestos representan entre el 17% y el 20% del total, pero aun descontándolos, los precios locales siguen estando muy por encima de los de España. Esto deja en evidencia que los altos valores no se explican solo por la carga fiscal, sino también por los sobrecostos logísticos, márgenes comerciales más amplios, el costo del flete y las distorsiones cambiarias.

Otra diferencia es cultural: en España, las tradicionales rebajas legales permiten acceder a fuertes descuentos, algo que no ocurre en Argentina. Por ejemplo, un abrigo de efecto pelo ZW collection que en España se ofrece a €79,99 con 32% de descuento, en el país cuesta $339.999 a pesar de las promociones.

Zara, con más de 1.900 tiendas en el mundo y presencia en 98 países con locales físicos, es un ícono del fast fashion desde que abrió su primera tienda en 1975. En Argentina llegó en 1998 y hoy tiene 11 locales administrados por el grupo Regency, que opera bajo franquicia. Parte de su mercadería se importa y otra parte se produce localmente para sortear trabas y restricciones, aunque eso no logra moderar el sobreprecio final.

La comparación deja al descubierto una dura realidad: vestirse en la Argentina puede ser más costoso que en Europa, a pesar de que los ingresos locales son considerablemente menores. Y, como sucede con los alimentos o los servicios, el precio de una prenda cuenta más sobre la economía que muchas estadísticas oficiales.

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