La propuesta no implica una reforma estructural de la economía, sino una medida técnica pensada para simplificar la contabilidad, facilitar la lectura de precios y ordenar el funcionamiento de los sistemas financieros y administrativos. El valor nominal del Argentum sería equivalente a 1.000 pesos actuales.
Según el texto presentado, durante el primer semestre de 2026 convivirían ambas monedas. Tras ese período, el Argentum pasaría a ser la única moneda de curso legal. La reconversión sería automática: todos los saldos, contratos, sueldos, jubilaciones y operaciones comerciales expresados en pesos pasarán a Argentum en la relación establecida.
López Murphy subrayó que esta medida no tiene impacto directo sobre el poder adquisitivo ni genera cambios en la economía real. “Es una herramienta que busca ordenar el sistema monetario y mejorar la comprensión de las cifras, que hoy resultan excesivamente abultadas y poco prácticas”, explicó.
La iniciativa también contempla una campaña de información pública a cargo del Ejecutivo para comunicar los alcances del cambio. Además, el Banco Central tendrá a su cargo la emisión de los nuevos billetes y el seguimiento del proceso de transición, que incluiría la posibilidad de sellar los billetes actuales para extender su validez durante el período de coexistencia.
El legislador recordó que la Argentina ya atravesó varias redenominaciones a lo largo de su historia, siendo la última en 1992, cuando el peso reemplazó al austral eliminando cuatro ceros. En este caso, la propuesta plantea quitar tres ceros y avanzar hacia un sistema más racional y ordenado.