Kicillof pretende emitir deuda

Como dato baste mencionar que cuando se aprobó el Presupuesto para este año el dólar oficial cotizaba a 4,20 pesos frente a 8 pesos actual, con un promedio de  $6,35 y una tasa de inflación anual pautada en 10,4 por ciento.

Además, en el  Presupuesto sólo se había contabilizado un pago de deuda pública por unos 9.855 millones de dólares del llamado “Fondo de Desendeudamiento” creado desde 2010 para utilizar reservas del BCRA, pero no para hacer frente a otros pagos, como podría ser a Repsol, el Club de Paris, y a los Fondos que no ingresaron a los canjes de deuda en default en caso de un arreglo y hay dudas con respecto a cómo se pagarán los casi 4.000 millones de dólares por el cupón PBI que disparó la suba del 4,9 % para el 2013, que anticipó el EMAE la semana pasada.     

En los últimos días el ministro Axel Kicillof  junto al secretario de Finanzas, Pablo López, el Jefe de Gabinete Jorge Capitanich y el presidente del Banco Central de la República Argentina, Juan Carlos Fábrega, han admitido en reuniones con banqueros y empresarios que la Argentina debe normalizar el horizonte financiero luego de haber concretado el ajuste cambiario y el blanqueo de la inflación del Indec para evitar una mayor pérdida de reservas internacionales.

Cuidado de las reservas del Banco Central

En el caso Repsol el Gobierno tiene decidido que, si la empresa española acepta el plan de pago de unos u$s5.000 millones éste se realizará con bonos a 10 años con una tasa de interés inferior al 10% anual. El Gobierno podría utilizar un remanente de unos 1.500 millones de dólares en bonos Bonar 18 que todavía no han sido colocados en el mercado. Pero debería emitir bonos por el equivalente a los restantes 3.500 millones de dólares.

En lo que respecta al Club de Paris cuya deuda ajustada se estima en unos u$s9.600 millones también se intentaría realizar un pago de similares características al de Repsol sin utilizar reservas del BCRA y con una quita similar a la que se obtuvo con las empresas que tenían sentencia favorable en el CIADI, la comisión de arbitrajes internacionales que depende del Banco Mundial.

La gran duda es que pasará con los holdouts ya que a fin de este año las acreencias llegarán a unos 22.000 millones de dólares pero el Gobierno busca una quita de por lo menos el 50% y  también pagar con bonos a 10 años de plazo. Pero además, las autoridades esperan lograr dinero fresco que lo propios bancos encargados de realizar la operación pondrían a disposición de la Argentina.

En caso de concretarse este nuevo proceso de endeudamiento que comenzaría con el pago a Repsol la Argentina daría fin al virtuoso mecanismo de reducción de pasivos o desendeudamiento que llevó comenzó en mayo de 2005 con el gobierno de Néstor Kirchner con el Canje I de la deuda y luego con Cristina Kirchner en octubre del 2010 con el Canje II y el pago al contado al FMI por unos 9.500 millones de dólares realizado en enero del 2006.

Con esos movimientos la relación deuda pública respecto del PBI pasó del 150% en 2005 a 45% hasta el año pasado. Pero la novedad es que como producto del ajuste cambiario o devaluación del peso de enero pasado esa relación se ha modificado y llegaría hoy a 50% del PBI, lo que marca un punto de inflexión en la política de desendeudamiento.

Finanzas públicas en rojo

Esto considerando que el resultado primario del Sector Público No Financiero lograría una leve mejora en 2014, cerrando en torno a $22.000 millones, un 0,5% del PBI, en tanto que el déficit financiero que incluye el pago de intereses de la deuda superaría los $90.000 millones.

Hay que considerar que en el valor de estas cifras volverán a cumplir un rol importante losauxilios financieros del BCRA y la Anses. Sin esos aportes el déficit primario llegaría a representar 2,5 del PBI, mientras que el rojo financiero escalaría hasta alcanzar nada menos que 5 puntos del producto, de acuerdo a los datos elaborados por la consultora Abeceb.com.

Por ese motivo el total de necesidades de financiamiento del sector público nacional en un escenario optimista llegaría a los $105.000 millones, lo que implica unos 13.100 millones de dólares a un tipo de cambio de 8 pesos por dólar. Pero bajo un escenario desfavorable donde no hay correcciones de tarifas y con incrementos salariales superiores al 25% en el estado las necesidades financieras podrían ascender a $180.000 millones, o un total de 22.500 millones de dólares calculados al tipo de cambio oficial de 8 pesos.

La gran duda es si ese monto se cubrirá con mayor emisión monetaria o el Gobierno saldrá a colocar deuda en el mercado internacional de capitales, por lo tanto el endeudamiento del sector público podría incrementarse más de la cuenta para evitar una fuerte caída en las reservas internacionales del BCRA.

Si bien el secretario de Finanzas Pablo López ha manifestado recientemente en la reunión del G 20 en Sidney que “no hay crecimiento si la carga de la deuda es excesiva, y, al mismo tiempo, la deuda no puede ser pagada si no hay crecimiento y que nunca habrá deuda sustentable si se consagra el derecho al privilegio de una minoría de bonistas inescrupulosos, a expensas de la gran masa de acreedores”, lo cierto es que la Argentina está al parecer dispuesta a normalizar su situación financiera y cambiar el modelo de desendeudamiento con inclusion social.

La prueba de fuego comenzará cuando se conozca finalmente cómo le pagará el gobierno a Repsol el valor ofrecido por la  expopiación de su participación mayoritaria en YPF.

Fuente: Infobae

Comentarios