Celulosa Argentina pidió concurso preventivo en medio de una crisis sin precedentes

La emblemática papelera paralizó sus plantas y atraviesa pérdidas millonarias, caída de ventas y default

Celulosa Argentina, una de las papeleras más importantes del país con más de un siglo de historia, se presentó en concurso preventivo de acreedores. La empresa comunicó a la Comisión Nacional de Valores (CNV) su decisión, en línea con la Ley Nacional 24.522 y lo resuelto en el Acta de Directorio N° 1741.

El ingreso al concurso ocurre en medio de la mayor crisis de su historia, con pérdidas por $172.634 millones, un patrimonio neto negativo de $23.774 millones y un derrumbe del 44% en los ingresos respecto al ejercicio previo. El último balance expuso que la compañía quedó en quiebra técnica según parámetros de la Ley de Sociedades.

La situación arrastra a las subsidiarias y genera impacto en cientos de trabajadores. En Capitán Bermúdez y Zárate, las plantas están totalmente paralizadas, y en Corrientes la subsidiaria Forestadora Tapebicuá cerró dejando a más de 500 empleados en la incertidumbre, mientras que en Uruguay Fanapel enfrenta riesgo de cese productivo.

El deterioro se profundizó desde mayo de 2024, cuando la empresa entró en default por incumplimiento de cheques y obligaciones negociables. Luego intentó reestructurar su deuda por u$s128 millones, pero no logró consenso entre acreedores. A esto se sumó la presión judicial: Tecmaco Integral pidió la quiebra en tribunales de San Lorenzo (Santa Fe) y el auditor externo BDO Becher y Asociados decidió no emitir opinión sobre los estados contables, advirtiendo sobre la inviabilidad de la firma.

Los números reflejan la magnitud del colapso: en 2024 la compañía registraba ganancias operativas por $64.650 millones, pero en el último ejercicio eso se transformó en una pérdida de $80.318 millones. El EBITDA pasó de $101.973 millones positivos a -$20.146 millones, mostrando que ya no genera recursos para sostener su operatoria.

La producción cayó 15%, a 138.000 toneladas, mientras que las ventas internas se redujeron 32% en volumen. En el segundo semestre, el desplome fue aún mayor: 52% menos respecto al mismo período de 2023, con financiamiento limitado a tasas en dólares del 35% al 45%.

La convocatoria de Celulosa Argentina se convierte así en un nuevo golpe para la economía regional y para el entramado industrial del Cordón. La continuidad de la histórica papelera dependerá de la entrada de capital fresco y de inversores dispuestos a rescatarla.

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