Carnes: aumento del protagonismo del pollo y el cerdo

El consumo per cápita de carne aviar fue de 45,2 kg por habitante, posicionándose muy cerca del consumo de carne vacuna (47,8 kg / h). Esto ubica a la Argentina entre los seis países con mayor consumo de pollo del mundo, y marca un punto de inflexión: el pollo ha pasado de ser un complemento económico de la carne roja a ocupar el centro del plato en millones de hogares.

La dieta cárnica de los argentinos ha cambiado de fisionomía durante los últimos años. Aunque Argentina sigue siendo uno de los países con mayor consumo de carne del mundo en términos per cápita, la histórica supremacía de la carne vacuna ya no es lo que era en el siglo pasado. El consumo de pollo ha ganado terreno hasta equipararse con el de carne vacuna, mientras que el cerdo se encamina hacia el decimoquinto año consecutivo de aumento en producción y consumo.

Producción: por encima del promedio de los últimos años

Durante 2024, la producción total de carne vacuna fue de 3,2 millones de toneladas, un volumen que, si bien representó una baja del 3,3% respecto al año anterior (2023 registró niveles récord como resultado de la sequía), se ubicó un 1,1% por encima del promedio de los últimos cinco años. Cuando se alcanzaron niveles récord fue como resultado de sequías, fenómeno que aceleró el ritmo de faena debido al del deterioro en las pasturas. Estos años de producción y faena por encima de los valores promedio generaron una caída en el rodeo nacional: de acuerdo con SAGyP, el stock de bovinos habría descendido en 2,6 millones de cabezas entre 2022 y 2024, cerrando este año en 51,6 millones, el menor nivel en 14 años.

En los primeros cinco meses de 2025, en tanto, se estima en base de SAGyP y SENASA una producción de 1.245 toneladas de carne vacuna, un 1% por debajo del mismo período del año pasado y del promedio de los últimos cinco años a la misma altura. A este ritmo de faena, el stock nacional de bovinos podría seguir retrocediendo este año, a menos que se inicie una fase de retención, algo que todavía no se observa en los indicadores.

Por su parte, la producción de carne aviar se ubicó en 2,3 millones de toneladas en 2024, un volumen alineado con el promedio de los últimos cinco años. Si bien la producción aviar se ha mantenido estable desde el año 2019, dando señales de haber alcanzado niveles de madurez, es notable cómo ha crecido en las últimas décadas. En este sentido, la producción de 2024 fue 2,6 veces superior a la de 2004, lo que se logró tanto por una mayor faena como por mejoras de productividad, lo que se analiza en profundidad en esta nota.

En los primeros cinco meses de 2025 se estima, en base a datos de SAGyP y de SENASA, que la producción rondaría las 958.000 toneladas, un 1,9% por encima del mismo período del año pasado y muy cerca de la producción récord del año 2020.

El cerdo, por su parte, mantuvo su senda ascendente por décimo cuarto año consecutivo. En 2024 se faenaron más de 8,3 millones de cabezas, lo que se tradujo en más de 785.000 toneladas producidas, consolidando su posición como la tercera fuente de proteína animal del país. En los primeros cinco meses de 2025, la faena ya muestra un incremento del 2,2 % interanual, anticipando otro año récord para el sector porcino.

Sumando la producción de los tres tipos de carne, en 2024 se alcanzó un volumen de 6,3 millones de toneladas, siendo el segundo mayor registro histórico y ubicándose un 1% por debajo del año previo, que fue un récord productivo.

Consumo: aumento del protagonismo del pollo y el cerdo

Los datos de consumo interno revelan un cambio estructural. De acuerdo con los datos de SAGyP, en 2024, el consumo per cápita de carne aviar fue de 45,2 kg por habitante, posicionándose muy cerca del consumo de carne vacuna (47,8 kg / h). Esto ubica a la Argentina entre los seis países con mayor consumo de pollo del mundo, y marca un punto de inflexión: el pollo ha pasado de ser un complemento económico de la carne roja a ocupar el centro del plato en millones de hogares. La carne porcina, si bien todavía lejos en volumen, muestra una tendencia creciente y sostenida. Con un consumo per cápita de 16,8 kg anuales, el cerdo se consolida como una opción valorada en el mercado, más accesible que la carne vacuna.

La composición del consumo cárnico promedio en Argentina muestra una participación del 44% para la carne bovina, 41% para la carne aviar y 15% para la carne porcina. Esto implica una caída de 2 puntos porcentuales en la participación de la carne vacuna respecto a 2023, revirtiendo parcialmente el leve repunte observado en años anteriores.

Una forma útil de analizar la evolución del consumo de carnes es comparar la proporción de carne bovina con la de sus principales sustitutos: pollo y cerdo. Tal como se observa en el gráfico, desde 2002 la carne vacuna ha venido perdiendo participación en la dieta argentina, en favor de las carnes aviar y porcina. Este proceso se consolidó en 2016, cuando ambas categorías igualaron su participación. Desde entonces, el consumo combinado de carne de pollo y cerdo ha superado sistemáticamente al de carne vacuna.

En los últimos años esta tendencia se mantuvo, y en 2024 el conjunto de las carnes aviar y porcina alcanza el 56% del total consumido, su punto más alto en la serie. Así, el perfil del consumo cárnico argentino continúa desplazándose hacia fuentes de proteína animal alternativas, con implicancias significativas tanto a nivel productivo como en los hábitos alimentarios de la población. Los datos disponibles para los primeros meses de 2025 muestran que esta tendencia de sustitución continúa vigente, acercándose el consumo de pollo y cerdo al 57%.

Exportaciones: volumen de carne bovina en récord de 100 años.

En el plano internacional, Argentina sigue siendo un actor relevante en exportaciones de carne bovina. En el año 2024 se exportaron 934.866 toneladas de carne vacuna, lo que constituyó el mayor registro desde el récord histórico de 981.000 toneladas alcanzado en 1924, este último dato de fuentes oficiales. En dólares, y sumando todo el espectro de productos que conforman el complejo de carne y cueros bovinos, en 2024 se exportó un valor de US$ 3.672 millones, consolidando al complejo carnes y cueros bovinos como el sexto complejo exportador más importante del país. Los principales destinos fueron China (49%), Israel (8%) y Estados Unidos (7%).

Por el lado del sector aviar, en el año 2024, se exportaron 185.000 toneladas de productos avícolas comestibles por un total de US$ 222,2 millones. Este monto representa apenas un 6% de las divisas que ingresaron al país por exportaciones del complejo de carne y cueros bovinos.  En volumen, las exportaciones en 2024 aumentaron un 15,7% interanual, pero estuvieron un 15,9% por debajo del promedio de los últimos cinco años, lo que se debe a un saldo exportable cada vez menor como resultado de una producción que se mantuvo constante en el último lustro frente a un consumo interno que fue creciendo a medida que la población aumentaba (aunque constante en términos per cápita). Los principales destinos fueron Vietnam (17%), Brasil (14%) y Sudáfrica (11%).

La carne porcina aún tiene una inserción externa marginal, de apenas el 2% de la producción, pero con potencial de crecimiento si se consolida una estrategia exportadora enfocada en la apertura de nuevos mercados y profundización de los existentes. En este sentido, recientemente se abrieron los mercados de Filipinas y Paraguay, lo que resulta muy positivo para el sector.  En volumen, las exportaciones fueron de 14.526 toneladas en 2024 (+30% i.a.), por un valor de US$ 14,9 millones (+46% i.a.). Los principales destinos fueron Costa de Marfil (45%), China (21%) y Uruguay (18%).

En el primer cuatrimestre del año en curso, en tanto, las exportaciones del complejo de carne y cueros bovinos suman US$ 1.209 M, creciendo 0,8% interanual por mayores precios, dado que en volumen caen un 9% tras el récord del año previo, las de alimentos aviares US$ 65 M (-13% i.a.) y las del complejo porcino US$  2,2 M (+7,2% i.a.).

Si se considera también al sector lácteo, que se analiza en profundidad en otra de las notas de este informativo semanal, se observa que el mismo en el año 2024 exportó productos por un valor de US$ 1.222 millones (+9,3% i.a.). Sumando los cuatro complejos, se llega al resultado de que, en 2024, los sectores ganadero y lácteo sumaron exportaciones por un valor de US$ 5.131 millones. Esto representó el 6,4% de las exportaciones totales de Argentina en dicho año.

Fuente: BCR

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