Anabel, la histórica marca nacida en Rosario en 1977, sigue creciendo. Esta vez, lo hace con la apertura de un nuevo local en calle Córdoba 1555, en pleno Paseo del Siglo y frente a la tradicional Plaza Pringles, consolidando su presencia en una de las zonas más vivas y neurálgicas de la ciudad.
El nuevo espacio está pensado para ofrecer una experiencia completa. Se accede por un pasillo largo que conduce a dos ambientes interiores cómodos y luminosos, y en el fondo, un amplio patio de invierno ofrece un refugio tranquilo para quienes quieren hacer una pausa del ritmo urbano. En el exterior, una isla con mesas al aire libre permite disfrutar del aire libre y la vida del centro. Todo el entorno se destaca por su estética cuidada, ambiente sereno y detalles de calidez que caracterizan a la marca.
En esta nueva ubicación, Anabel apuesta a un formato de cafetería con opción de take away, pensado especialmente para el público de oficinas y quienes circulan a diario por el microcentro.
Este nuevo local forma parte del modelo de franquicias que la marca impulsa como vía de expansión. Bajo este esquema, Anabel busca sumar socios estratégicos que compartan su espíritu y valores, manteniendo la calidad artesanal y la identidad visual y conceptual que la caracteriza. Cada nueva franquicia se integra con acompañamiento y criterios definidos, garantizando una experiencia coherente en todas las sucursales.
Más que una cafetería: una marca con historia
Con esta apertura, Anabel suma su cuarta sucursal en Rosario, junto a las ya conocidas ubicaciones de:
- Santa Fe y Oroño
- Eva Perón y Ambrosetti (Fisherton)
- Vélez Sarsfield 510 (barrio Refinería)
Desde hace 46 años, la empresa acompaña a los rosarinos con productos de elaboración 100% artesanal, ofreciendo desde cafetería hasta una amplia variedad de exquisiteces dulces y saladas. Entre los favoritos de siempre están el Postre Balcarce, los fosforitos de jamón y queso, los cebollines, las cookies de queso, y los inconfundibles mini Lopecitos rellenos, ideales para un almuerzo rápido o una comida casual.
La historia de Anabel comenzó en 1977, de la mano de sus fundadores Omar y Teresa, con un sueño claro: brindar sabor, calidad y cercanía. Hoy, más de cuatro décadas después, la marca mantiene viva esa esencia, adaptándose a los tiempos sin perder su espíritu original.
Esta nueva casa no solo representa una apertura más: es el regreso simbólico de Anabel al corazón de Rosario, con una propuesta pensada para reconectar con la rutina de los rosarinos, acompañarlos en su día a día, y seguir construyendo recuerdos alrededor del sabor, el encuentro y la tradición.