La segunda cuota del Sueldo Anual Complementario (SAC) llega en un momento de alta demanda económica: celebraciones, vacaciones, reencuentros y otros compromisos propios del cierre del año. En este contexto, planificar su uso es clave para evitar gastos impulsivos y transformar este ingreso extra en una herramienta que alivie el inicio de 2026.
El SAC se percibe en dos etapas —junio y diciembre— y, frente a los gastos estacionales, una estrategia efectiva es definir de antemano qué se quiere lograr con ese dinero. “El aguinaldo puede ser un gran aliado si se gestiona con intención. Las decisiones más efectivas empiezan por lo básico: separar objetivos y ordenar los gastos. En Reba, a través de la app, los usuarios pueden organizar consumos, monitorear movimientos e invertir según sus necesidades”, explica Vanesa Di Trolio, Business Manager de Reba.
Y agrega: “No existe un objetivo ‘correcto’, sino objetivos conscientes. Tener claro el destino de ese dinero ayuda a reducir el impacto de los gastos de temporada y a anticipar necesidades de los meses siguientes”. Por ejemplo: cubrir gastos de fin de año, ahorrar para un plan del 2026, invertir para generar rendimientos, cancelar deudas pendientes o destinar una parte al disfrute personal. La elección dependerá del momento y las necesidades de cada persona.
En este sentido, una forma práctica de aprovechar el aguinaldo es dividirlo según las prioridades personales. Reservar una parte para vacaciones hace más liviano el verano; destinar un monto a un fondo de imprevistos aporta tranquilidad; ahorrar o invertir, incluso con montos pequeños, es un gran paso hacia tus metas; cancelar deudas libera el presupuesto para el año que empieza; y planificar regalos y gastos de fiestas con criterio —lista, presupuesto y tope— ayuda a evitar el clásico ‘ya fue’ de diciembre.”
Una regla práctica para ordenar prioridades consiste en dividir el aguinaldo en tres partes —30% para metas del 2026, 40% para gastos inevitables del verano y 30% para consumos recreativos— con el fin de equilibrar necesidades inmediatas y objetivos de mediano plazo.
“Hoy cualquier persona puede invertir en pocos clics. En Reba ofrecemos alternativas simples como el plazo fijo, el acceso directo al dólar MEP y la compra de dólar oficial las 24 horas, además de opciones de largo plazo como los CEDEARs, que permiten invertir en empresas internacionales en pesos. La clave es elegir instrumentos alineados con cada objetivo. No hace falta un monto grande para empezar: separar una parte del aguinaldo, aunque sea chica, puede marcar la diferencia en 2026”, concluye Di Trolio.


























