Por: Darío H. Schueri – Desde Santa Fe 27/10/2025
En una elección donde se jugaba el destino del país, ¿qué podrían hacer un grupo de gobernadores bien intencionados intentando ser la opción moderada dentro de una confrontación de vida o muerte?. La realidad mostró que poco y nada.
Provincias Unidas consiguió solamente ocho bancas puras para Diputados nacionales, que buscarán después del 10 de diciembre acoplarse con otros jugadores sueltos para armar una masa crítica de, como dijera el Secretario General de la Gobernación Juan Cruz Cándido, unos 25 Diputados. Obviamente, como señalara el Gobernador Pullaro dispuestos a darle gobernabilidad al Presidente, a través de acompañar las leyes que el gobierno nacional impulsa: reformas laboral, fiscal, previsional y al Código Penal agregó Gisela Scaglia.
Dado por terminado este lunes 27 el “riesgo Kuka”, a partir de ahora el Presidente Javier Milei será el único responsable de su devenir. En la noche del domingo “vestido de Presidente” sorprendió con un discurso moderado, pacificador, pero básicamente conciliador con los gobernadores. ¿Estaremos ante un cambio de era anímica presidencial y de estilo de gobierno?.
¿Perdieron acaso el domingo los gobernadores, presidentes de comunas, intendentes, senadores y diputados?. Política y nominalmente sí. Los gobernadores Maximiliano Pullaro y Martín Llaryora – socios fundadores de PU- se cargaron las campañas al hombro como si hubieran ido por sus propias reelecciones. Pullaro llegó al extremos de decir: “el que vote a Scaglia me estará votando a mi”; no queremos abundar en el carácter transitivo.
¿Podríamos decir lo mismo de cada uno de los senadores (PU sólo ganó el Departamento San Javier), diputados, intendentes y presidentes de comunas de Unidos donde PU quedó tercera?. Cada uno hará su mea culpa, que no es lo mismo que auto exculparse. De verificar las actitudes se encargará Pullaro.
De todos modos, la realidad objetiva ya exime de responsabilidades generales a los jefes territoriales: el huracán Milei arraso. Y contra eso nada se podía hacer. La consigna en el inconsciente colectivo era el slogan de los afiches libertarios: “la Libertad Avanza o Argentina retrocede”. Como en las películas: “perdón, no es personal, solo que no queríamos tirar el voto por miedo a que vuelvan los K”. Provincias Unidas no fue la opción intermedia.
Ahora vendrán los reproches (solapados, nadie se lo dirá en la cara a Pullaro) de si era necesario embarcarse en semejante hazaña. Con el diario del lunes todos ganan el Prode, solía decirse en los 80. ¿Qué opciones tenía Pullaro?
1) Aceptaba ir con LLA en una misma lista (para lo cual debía romper la histórica sociedad con el PS) y entonces el domingo a la noche se subía al bunker ganador metiendo quizás un diputado propio o dos (mas no le iban a dar los muchachos de LLA). El triunfo sería de Milei, y encima no solo le rompían la cohesión interna provincial de Unidos, sino que emprendía el camino a que lo fagociten (es lo que le pasará a Cornejo con Petri en Mendoza)
2) Pullaro decidía no jugar. Cada partido de Unidos iba por su cuenta en alianzas nacionales. La Libertad Avanza seguramente iba a sacar más votos que el domingo, y la alianza donde iría el partido del Gobernador podía haber quedado en cualquier lugar peor.
¿Por qué gano La Libertad Avanza?. Porque si ganaba el kirchnerismo este lunes íbamos a tener la macro incendiada, más tensión social, complicación para las finanzas públicas, y el peronismo empezando a desafiar por sus distintos mecanismos, en especial el gremial. Escenario 12 de agosto del 2019. Eso se llama memoria traumática.
No es muy complejo de entender.





























