El espejismo de las sensaciones más allá de los resultados

Por: Darío H. Schueri – Desde Santa Fe                                                     06/7/2025

“Cada uno habla de la feria según le fue en ella”, antiquísimo refrán que en el caso de la política tiene como añadidura la percepción y la perspectiva de los políticos, que suelen auto percibir los resultados según les convenga.

Como supo titular el colega Osvaldo Cherep en su columna (relacionado con la elección en esta capital): que lo pírrico no tape lo obvio.

Maximiliano Pullaro a las siete de la tarde del domingo comicial se apresuró a decir que la Provincia de Santa Fe había sido pintada de rojo Unidos, para contrarrestar el ya encuestado triunfo peronista de concejales en Rosario encabezado por un extrapartidario (relegando a un lastimoso tercer lugar a Unidos) al que más tarde se le agregaría otros importantes centros urbanos aledaños a Rosario y la novedad de Rafaela, donde el oficialismo también resultó tercero.

Dato mata relato

Datos objetivos: el pasado domingo se elegían 19 intendentes (cinco por primera vez) Unidos ganó 16 (incluido los cinco nuevos). El peronismo – o pamneronismo como en el caso de Rosario – ganó concejalías en 14 ciudades y Unidos hizo lo propio en 27 ciudades. La continuidad electoral de La Libertad Avanza (había tenido un decoroso debut en las Paso del 13 de abril) le permitió obtener 34 concejales, habiendo presentado listas en 55 de las 65 ciudades.

En materia comunal, de los 80 distritos que puso en juego el peronismo tuvo derrotas en más de una treintena; mientras que Unidos de las 208 comunas que ostentaba pasó a 266.

En la guerra psicológica todo vale: el peronismo salió a divulgar prestamente que había obtenido en toda la Provincia el 40% (unos 422 mil votos), seguido por Unidos con el 32% (330 mil votos) y más atrás La Libertad Avanza (y otras fuerzas como la de Amalia Granata y otros sectores de la derecha) con el 27% (285 mil votos). Promediando la semana, desde Unidos dieron su propia visión que lo ubicaba primero con 496 mil votos, seguido por el peronismo con 370 mil votos y LLA con 244 mil votos.

Obviamente las cuentas fueron hechas sumando por un lado todo lo que tuviera aroma peronista y fragancias parecidas (panperonismo) y viceversa: todo aquello que no fuera peronismo e izquierda que no haya sido la del socialismo aliado.

¿Qué está gritando la ciudadanía y los políticos no escuchan?

Pero sin dudas lo que resulta incontrastable es la nueva merma de votantes: tan solo el 52% de promedio en toda la Provincia, que superó – a la baja- el “escandaloso” 55% del 13 de abril, sintiéndose en los grandes centros urbanos aún más la apatía ciudadana por ir a elegir a sus representantes.

Los analistas políticos no le encuentran la vuelta al desinterés social por participar del acto cívico por excelencia en democracia: ir a votar. ¿Habría que eliminar las Paso?. Milei “la vio venir”, y lo hizo para las elecciones nacionales del 26 de octubre de este año donde logró que el Congreso las suspendiera. Además de conseguir que se vote con boleta única de papel.

En Santa Fe ese debate debería darse recién para las elecciones gubernamentales del 2027.

¿Llegó la hora también de blanquear constitucionalmente la no obligatoriedad de ir a votar, toda vez que la ciudadanía habilitada lo hace per se?.

Ojo con las ilusiones desmedidas

Al peronismo le “volvió el alma al cuerpo” con los resultados del domingo pasado (después de la aplastante derrota del 2023); pero ¿no será sólo una ilusión óptica?. Si nos remitimos al principio de esta columna, los resultados distritales no son para alquilar balcones. Para nadie. Fue una elección intermedia municipal y comunal donde intendentes y jefes comunales plebiscitaron sus gestiones, solo eso, donde a Unidos no le fue mal, más allá que los intendentes de Rosario, Rafaela Santo Tomé, Villa Gobernador Gálvez y Coronda, por ejemplos perdieran, “salvando la ropa” Santa Fe y Venado Tuerto (o Sunchales y Esperanza).

Es natural y legítimo que el impacto favorable en Rosario y Rafaela le haya devuelto al peronismo la esperanza mancillada en el 2023, pero a no confundir peras con manzana; para ganar la Provincia se necesitan 700 mil votos, y la del domingo pasado fue una elección local, donde los guarismos de unos y otros no habrían superado los 400 mil.

Si alguien pensare que después de la elección del domingo pasado tiene “la vaca atada”, podría ser que se contraponga el otro dicho campero: “que la vaca no se haga toro”.

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