La industria textil argentina atraviesa un escenario complejo, con una marcada caída en la actividad, pérdida de puestos de trabajo y una estructura de costos tensionada, según describió la empresaria Silvana Dal Lago, titular de la firma rosarina Sonder.
“Argentina no está preparada para esa competencia desmedida que plantea sobre todo China”, advirtió Dal Lago, al referirse al ingreso de productos extranjeros que presionan sobre la producción nacional. En ese sentido, alertó sobre el impacto del sistema de compras internacionales: “Lo más grande hoy es el tema del puerta a puerta, parece una pavadita, pero son millones y millones de dólares”.
La empresaria también apuntó a los costos internos como una de las principales limitaciones del sector. “El sueldo de un operario acá es carísimo a nivel dólares”, explicó, y remarcó que esta situación, sumada a la alta carga impositiva y la falta de previsibilidad, vuelve muy difícil planificar y competir con mercados externos. “Cuando no prevés, tenés que ganar por las dudas; acá no, hay que adaptarse a lo que viene”, sintetizó en diálogo con Cadena3.
A pesar de las dificultades, Dal Lago destacó la apuesta de Sonder por la innovación tecnológica y la eficiencia como una estrategia de supervivencia y crecimiento. “Nos tecnificamos muchísimo. Hoy estamos muy preparados para competir”, aseguró. Y subrayó la importancia de ofrecer un diferencial: “Si sos uno más, al chino no le ganás; tenés que tener alguna particularidad y un plus”.
Finalmente, la empresaria se mostró realista sobre las perspectivas del sector: “Hoy no se puede pretender gran rentabilidad; la constancia y la estabilidad son lo que puede salvar al que sigue de pie”.