La venta de maquinaria agrícola creció 27% en el primer semestre

Entre enero y junio se vendieron 8.508 unidades por un total de $1,3 billones a precios constantes. La recuperación respecto de 2024 es generalizada en todos los segmentos, aunque el volumen sigue siendo el segundo más bajo en seis años. Los implementos lideran en unidades vendidas, mientras que los tractores encabezan la facturación.

La industria de la maquinaria agrícola tuvo un repunte durante la primera mitad de 2025, en un contexto de recuperación productiva del agro. Según un informe elaborado por Belén Maldonado, Carina Frattini, Emilce Terré y Julio Calzada para la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), entre enero y junio se comercializaron 8.508 unidades por un valor total de $1,3 billones a precios constantes, marcando un incremento interanual del 27%.

Pese a la mejora frente al mismo período de 2024 —el más bajo de la serie histórica—, el volumen de ventas aún se mantiene 4% por debajo del promedio de los últimos cinco años y es el segundo más bajo en seis años.

La maquinaria agrícola es un sector estratégico para la agroindustria argentina, con un entramado de empresas nacionales y multinacionales concentrado en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. Mientras las firmas globales predominan en tractores, cosechadoras y picadoras, las nacionales tienen fuerte presencia en sembradoras e implementos.

Composición de las ventas: predominan implementos y tractores

El análisis por tipo de maquinaria muestra que los implementos concentraron el 45% de las unidades vendidas (3.826 equipos), aunque el volumen se ubicó 5% por debajo del promedio quinquenal. En términos de valor, este segmento facturó $370.600 millones en el semestre.

Los tractores ocuparon el segundo lugar en unidades vendidas (3.274), con un crecimiento interanual del 13%, aunque todavía 5% por debajo del promedio histórico. A pesar de este incremento, el valor de ventas cayó 2% en términos reales, debido a una baja de precios del 14% interanual. El monto total facturado fue de $425.300 millones.

Las sembradoras representaron el 10% de las unidades, con 850 máquinas vendidas, 14% menos que el promedio de los últimos cinco años. Su facturación ascendió a $187.200 millones, 11% más en términos reales interanuales, aunque 15% menos frente al promedio histórico.

Por último, las cosechadoras registraron 558 unidades vendidas, un 24% por encima del promedio, aunque en valores se mantuvieron apenas 2% por debajo de la media histórica.

Producción nacional e importaciones: un equilibrio cambiante

Según datos del INDEC, el 16% de las máquinas vendidas fueron importadas, un aumento de 11 puntos porcentuales respecto del año anterior y el nivel más alto en cinco años. Sin embargo, esta cifra debe leerse con cautela, ya que la metodología oficial considera como “nacionales” a equipos ensamblados localmente con bajo nivel de integración.

La Cámara de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA) impulsa la marca sectorial AGRINOVA, que certificará a las empresas con criterios claros de producción nacional, promoviendo mayor integración local y fortaleciendo la identidad del sector.

Patentamientos y señales de alerta

En el primer semestre, se patentaron 3.368 máquinas. Entre los tractores, John Deere lideró con 44% de participación, seguido por New Holland (18%), Case (14%) y Pauny (13%). En cosechadoras, John Deere también encabezó el ranking con 45%.

Sin embargo, el informe advierte signos de desaceleración hacia agosto: el nivel de registros cayó 8% mensual y mostró un desplome interanual del 45%, lo que podría anticipar una moderación en la demanda durante el segundo semestre. Factores como la volatilidad de tasas de interés y la incertidumbre macroeconómica comienzan a incidir en las decisiones de inversión del sector.

Contexto productivo y perspectivas

La mejora en las ventas del primer semestre estuvo apoyada en la recuperación de la cosecha 2023/24 y en una campaña 2024/25 que alcanzaría 136,7 Mt, la segunda más elevada de la historia. Aunque los precios internacionales siguen en niveles bajos, el mayor volumen de producción generó un entorno más favorable para la inversión en maquinaria.

De cara al segundo semestre, el desempeño dependerá de la estabilidad macroeconómica, las condiciones de financiamiento y la evolución de las variables externas. Por ahora, el sector muestra signos de reactivación, aunque aún no logra recuperar plenamente los niveles históricos de ventas.

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