Romina Diez, diputada nacional y presidenta de La Libertad Avanza en Santa Fe, no es solo la voz visible del proyecto libertario inspirado en Javier y Karina Milei: se ha convertido en la arquitecta de una estructura política que se expande de forma ordenada y con resultados concretos.
El peso creciente del espacio en la provincia se explica, en gran parte, por su estilo de conducción directo y vertical, pero también por el trabajo silencioso de su círculo más cercano. En ese equipo se destaca la figura de Agustín Pellegrini, vicepresidente del partido a nivel provincial, quien es desde el inicio su principal operador político. Con un perfil bajo, Pellegrini teje relaciones, administra la logística y garantiza la coherencia estratégica del proyecto libertario en territorio santafesino.
Quienes siguen el día a día del armado señalan que “Diez y Pellegrini trabajan juntos desde el comienzo, se entienden sin hablar y comparten una misma visión de hacia dónde debe ir el proyecto”. Esa sociedad política fue clave para el triunfo electoral del domingo pasado, que no solo reafirmó el liderazgo de Diez en la provincia, sino que también consolidó la maquinaria libertaria para disputar espacios de poder en organismos nacionales como ANSES, PAMI y distintas delegaciones.
Hoy Romina Diez aparece como la cara visible del libertarismo santafesino, con llegada directa a la mesa chica nacional. Su figura combina roles políticos, mediáticos y ejecutivos, y se proyecta como protagonista indiscutida del futuro político de Santa Fe, donde la estrategia de La Libertad Avanza muestra un rumbo claro: crecer, controlar la estructura y consolidar la marca Milei en el interior del país.
