Llegó el invierno con una circulación fría y seca y el cambio de patrón permitió sembrar esta semana 250.000 ha (15 p.p.). Entre lunes 23 y martes 24 se reactivó la siembra en las zonas más afectadas del NE bonaerense. Un mes atrás había 300.000 ha de área de intención en dudas de poder concretarse, escenario que persistía hasta hace una semana. Pero el ingreso de frío fue un “game changer” para el trigo de la región. Ahora, restan por sembrar 240.000 ha. Pero respecto de esas 300.000 ha que estaban en “serias” dudas solo se descontarían 50.000 ha, ajuste realizado la semana pasada, por lo que se lograría completar el área de intención de 1,6 M ha. La llegada del invierno con fuertes heladas, y una importante circulación SO llegó en un momento más que oportuno para los lotes del SE de Santa Fe y NE bonaerense y para aprovechar los últimos días de una ventana de siembra que se cierra para los ciclos intermedios y largos .
¿Cómo es la situación en la franja este y las zonas que estaban más afectadas por los excesos?
En el noreste bonaerense falta sembrar el 70% del trigo. Pero en Colón indican que se va a poder terminar de sembrar todo lo intencionado: “los lotes con ciclos largos ya fueron implantados, ahora se está completando la siembra de materiales intermedios”. En la zona de San Pedro y Baradero, entre el lunes y martes de esta semana se retomaron las tareas: “si bien las siembras de variedades intermedias se realizan fuera de la ventana óptima, los productores confían en poder terminar, aunque más tarde de lo previsto”. En General Pinto, el 85% del trigo ya ha sido sembrado y se estima que la campaña finalizará a tiempo. En el centro sur de Santa Fe quedan muy pocos lotes por sembrar, por lo que se prevé que la siembra finalice en los próximos días. En Aldao, el clima frío y seco ha permitido retomar las tareas.
¿Y en la franja oeste?
En el sudeste de Córdoba, como en Corral de Bustos y Marcos Juárez, las tareas de siembra están prácticamente terminadas, con emergencias en buen estado.
¿Se alínean los planetas para una gran campaña triguera?
Hay 3 factores claves que parecen indicar una campaña con perspectivas de alta productividad. Esto significa que bajo un escenario de clima normal, la región podría obtener 6 Mt partiendo de un rinde medio de 38 qq/ha. Hay factores que permiten proyectar algo más que un buena campaña, y conseguir al menos 3 quintales por encima de la media. ¿Cuáles son estos factores? El 1ro es lo ya mencionado de materializar el área de intención de siembra en tiempo y forma; lo segundo es la humedad presente en el primer metro de los suelos de la región; t lo 3ro es el nivel tecnológico que se estaría aplicando.
¿Cómo es el nivel de humedad para este fin de junio en la región en comparación con los años de mayor productividad de trigo?
A esta semana de junio respecto del 2021 (centro) y del 2017 (derecha), el primer metro para una pradera permanente muestra que el nivel de reservas del 2025 es semejante al de esos dos años, que son referencia para el trigo. En el 2021/22 la región alcanzó su récord productivo con 47,3 qq/ha, mientras que la 2017/18 fue la segunda mejor marca, cuando se obtuvieron 44,6 qq/ha.
¿A qué rinde se apunta con la fertilización aplicada?
En las encuestas de esta semana, los técnicos coinciden en que se está fertilizando para obtener una productividad de 50 qq/ha o más, a excepción de Bombal y Marcos Juárez que apuntan a 40/45 qq/ha. Las dosis de fertilización nitrogenada suelen ubicarse entre 150 y 300 kg/ha de urea. En la presente campaña, las aplicaciones superarían los 200 kilos por hectárea. Desde Fuentes y Villa Amelia, explican: “la idea es apuntar a un trigo de 50 qq/ha. Como los márgenes no dan, la idea es hacer dos buenos cultivos. Al fin de cuentas, según los resultados del año pasado, es lo que más plata nos dejó”.
¿Alta o baja tecnología?
Cuando comenzaba la campaña, la respuesta no era clara y se hacía un análisis comparativo que se actualiza esta semana. Pero, a poco de terminar la siembra, la respuesta de la región ha sido contundente, la apuesta es por un trigo de alta o altísima tecnología. O cómo dicen técnicos de Aldao: “se le ha puesto toda la música al trigo”.
¿Cómo da la comparación de estos dos esquemas productivos?
Hay diferencias en márgenes significativas. En un escenario de alta tecnología, que contempla 300 kg de urea incorporada en pre-siembra y 100 kg de arrancador (MAP), con un objetivo de rendimiento de 55 qq/ha, los números arrojan en campo propio un margen estimado de 165 u$s/ha y en campo alquilado, el margen cae a 25 u$s/ha. Los rindes de indiferencia se ubican en 40 y 50 qq/ha, respectivamente (sin impuestos). En contraste, un escenario de baja tecnología, 200 kg de urea aplicada al voleo y 50 kg de MAP, apuntando a un rinde de 35 qq/ha, en campo propio se obtiene un margen positivo de 68 u$s/ha. En campo alquilado el resultado es negativo: –96 u$s/ha. En este caso, los rindes de indiferencia son de 30 y 40 qq/ha, respectivamente (sin impuestos).
La base de este modelo tiene en cuenta datos al 23 de junio para una explotación de 150 hectáreas y un productor que contrata los servicios de siembra, cosecha y pulverizaciones aéreas y terrestres. El flete considerado es de 180 km al puerto; el costo de alquiler de 18 qq/ha de soja y se toma de referencia un precio de la urea de 550 u$s/tn y de 880 u$s/tn para el MAP.
Genera preocupación el aumento de la urea
Uno de los factores que genera preocupación en estas semanas es la fuerte volatilidad en los precios de los fertilizantes. El conflicto en Medio Oriente impactó en el mercado internacional de fertilizantes y la incertidumbre se traslada a subas también en la plaza local: la urea aumentó entre 70 y 80 dólares por tonelada, mientras que el resto de los productos registró incrementos de entre 20 y 30 dólares (según el último reporte de Ingeniería en Fertilizantes). Por otra parte, hay disparidad de valores dependiendo del origen del insumo.
Este repunte de precios ocurre justo en el momento en que debería comenzar la etapa de refertilización del trigo, durante el macollaje. Sin embargo, los técnicos señalan que en esta campaña la mayoría de las estrategias de fertilización se concentraron en la siembra. A diferencia de campañas anteriores, donde predominaba la aplicación fraccionada, esta vez se optó por una fuerte inversión inicial, aprovechando los buenos niveles de humedad
en el perfil, que permiten cierta independencia de las lluvias invernales y una mejor utilización del nitrógeno desde el arranque.
Los técnicos resumen, explicando que “en general para el trigo no debería impactar negativamente, pero sí va afectar los números del próximo maíz”.