El mes de junio es uno de los momentos más esperados del año para los trabajadores en relación de dependencia, ya que reciben el pago del Sueldo Anual Complementario (SAC), comúnmente conocido como aguinaldo. En un contexto de mayor estabilidad cambiaria y señales de previsibilidad económica, este ingreso adicional se convierte en una oportunidad para tomar decisiones financieras más conscientes y alineadas con los objetivos de cada persona.
El SAC se abona en dos partes, en junio y diciembre. De acuerdo con la Ley 27.073, la primera cuota debe pagarse como máximo el 30 de este mes. Este año, al caer en lunes, esa es la fecha límite para que los empleadores efectúen el pago sin necesidad de prórrogas.
Con la inflación más contenida y el tipo de cambio oficial sin grandes sobresaltos, se abre un panorama más favorable para planificar el uso del aguinaldo. Hoy existen diversas alternativas de inversión, como CEDEARs, Fondos Comunes de Inversión (FCI), y la compra de moneda extranjera, tanto en su versión oficial como mediante dólar MEP.
Una forma posible de organizar este ingreso de manera estratégica es dividirlo en tres partes. Un 50% al ahorro en dólares, ideal para quienes tienen objetivos de largo plazo. Este ahorro puede materializarse mediante la compra de dólar oficial, dólar MEP o instrumentos vinculados a la divisa estadounidense, como los CEDEARs, que permiten invertir en empresas extranjeras desde una cuenta local.
En segundo lugar, un 30% puede orientarse a inversiones de corto y mediano plazo, como los plazos fijos tradicionales o los Fondos Comunes de Inversión, que ofrecen rendimientos con cierto grado de liquidez. El 20% restante se sugiere destinarlo a cancelar deudas o realizar consumos postergados, como pagar el resumen de la tarjeta de crédito, saldar préstamos personales o renovar elementos del hogar.
Desde Reba, entidad financiera digital autorizada por el BCRA y perteneciente a Grupo Transatlántica, indican que la clave para elegir la estrategia adecuada está en conocer el propio perfil de inversor. Según el BCRA, existen tres tipos principales: conservador, moderado y agresivo. El perfil conservador prioriza la seguridad y la estabilidad, tolera poco riesgo y busca preservar el capital. Suele inclinarse por inversiones como el dólar oficial, los plazos fijos tradicionales o los FCI de bajo riesgo, como los fondos “money market”. Por su parte, el moderado busca un equilibrio entre seguridad y rendimiento, y está dispuesto a asumir cierto nivel de riesgo a cambio de mejores retornos. En estos casos, instrumentos como el dólar MEP, los FCI o los plazos fijos UVA son alternativas comunes. Por último, el perfil agresivo apunta a una mayor rentabilidad en el largo plazo, acepta la volatilidad del mercado y suele optar por productos como CEDEARs, dólar MEP o FCI de renta variable.
“El aguinaldo es una oportunidad para empezar a tomar decisiones financieras más conscientes. No hace falta ser experto para empezar, lo importante es informarse y dar el primer paso”, comenta Vanesa Di Trolio, Business Manager de Reba. Y agrega: “El dólar sigue siendo una de las opciones preferidas para resguardar ahorros, especialmente luego de la actualización normativa que se implementó en abril, cuando se eliminó el límite de USD 200 mensuales y el plazo de parking para el dólar MEP”.
La especialista también destacó que lo más valorado por los usuarios de Reba es la seguridad para operar y contar con información clave para aprender a utilizar herramientas financieras que están a su alcance. “A través de nuestro programa de educación financiera, escuchamos activamente las necesidades de nuestros usuarios y les compartimos todo lo que tienen que saber, como soporte necesario para realizar las operaciones que necesitan. Gracias a ello y entendiendo sus necesidades, pronto lanzaremos nuevos productos de inversión, pensados para dar respuestas y brindar soluciones acordes a los distintos perfiles financieros”, finaliza Di Trolio.