Apoyo ruralista a la eliminación del peso mínimo de faena

El Gobierno elimina una histórica restricción en el sector ganadero. Productores celebran la decisión y piden condiciones para mejorar la rentabilidad. La medida regirá desde 2026.

“Felicitaciones @fedesturze por sacar el peso mínimo de faena, das otra posibilidad al criador de sacar el ternero bolita. Muchos me dirán que se pierde kg de carne. Para eso, saquen retenciones al novillo pesado y que se forme un mercado de altos precios para que paguen bien el ternero”, escribió el productor agropecuario Néstor Roulet en su cuenta de X. La frase resume el respaldo del campo a una medida que venía siendo reclamada por buena parte del sector ganadero: la eliminación del peso mínimo obligatorio para la faena de animales.

La decisión fue oficializada a través de la Resolución 98/2025, con la firma del secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, y forma parte del plan de desregulación económica que impulsa el gobierno de Javier Milei. El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, celebró la medida en redes sociales y la enmarcó en la idea de que el Estado debe intervenir lo menos posible en la actividad económica.

“La intervención estatal solo deriva en distorsiones que benefician a unos en detrimento de otros, con pérdida de eficiencia neta para la sociedad”, argumentó Sturzenegger. Según explicó, el peso mínimo de faena funcionaba como un límite artificial que impedía al productor tomar decisiones según sus propios criterios de rentabilidad. “Si encontraba conveniente faenar con un peso menor, no podía hacerlo. Era una restricción absurda”, dijo.

Para el Gobierno, permitir que cada productor elija el momento ideal para faenar mejora la eficiencia del sistema productivo, reduce costos y genera incentivos a una ganadería más flexible. En contraposición a los argumentos históricos que sostenían la necesidad de garantizar mayores kilos por animal, Sturzenegger recordó que “Argentina fue potencia ganadera sin esta restricción”.

La medida comenzará a regir a partir de 2026 para dar tiempo al mercado a adaptarse. Entre los beneficios, el ministro destacó que se normaliza el ciclo ganadero y se eliminan distorsiones que, en algunos casos, terminaban beneficiando coyunturalmente a los frigoríficos, pero en el largo plazo perjudicaban al conjunto del sistema.

La propuesta fue una de las primeras planteadas por la Sociedad Rural Argentina al nuevo Gobierno y contó con el respaldo de equipos técnicos del Ministerio de Desregulación, del Ministerio de Economía y de la Secretaría de Producción. Sturzenegger agradeció especialmente el trabajo de los funcionarios involucrados, a quienes calificó como “gladiadores de la libertad”.

El campo, por su parte, recibe la medida con alivio, pero también plantea desafíos pendientes. Como señaló Roulet, eliminar el peso mínimo es solo una parte del problema: ahora se abre el debate sobre las retenciones y la creación de un verdadero mercado de precios diferenciados que premie al productor que apuesta por más calidad.

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