En una presentación ante la Bolsa de Comercio de Córdoba, el ministro de Economía, Luis Caputo, delineó los próximos pasos del Gobierno nacional en materia tributaria, con especial énfasis en la necesidad de que las provincias avancen en una baja de impuestos, en particular del régimen de Ingresos Brutos, al que calificó como “el más extorsivo de todos“.
Caputo fue recibido por empresarios y autoridades locales en un encuentro que despertó expectativa luego de la oficialización del denominado “Plan Colchón”, una herramienta que busca incentivar la monetización de dólares no declarados con el objetivo de dinamizar la economía y ampliar la base de recaudación formal.
Durante la charla con el presidente de la entidad, Manuel Tagle, el funcionario no sólo repasó los fundamentos del nuevo esquema de blanqueo sin penalización, sino que adelantó una hoja de ruta para la reducción impositiva, condicionada al éxito del plan. “Si el programa logra el efecto esperado de formalización, los grandes beneficiados serán las provincias, porque se va a pagar más IVA y más Ingresos Brutos”, subrayó.
En ese sentido, pidió a los gobiernos provinciales que acompañen el proceso con medidas propias de alivio fiscal. “Ingresos Brutos es el impuesto más extorsivo de todos”, remarcó Caputo ante un auditorio que lo aplaudió en varias oportunidades.
Respecto de los próximos pasos a nivel nacional, el ministro anticipó que si el blanqueo resulta exitoso, en un año se podrán reducir las retenciones y en un plazo de dos años se eliminaría el impuesto al cheque. También confirmó que el Ejecutivo enviará al Congreso un proyecto para elevar el mínimo punible de la Ley Penal Tributaria y reducir los plazos de prescripción —hoy en cinco años—, con el argumento de dar mayor previsibilidad a quienes regularicen su situación.
Caputo defendió con énfasis el plan de exteriorización de capitales, sin penalidades, asegurando que “el 99,9% de los argentinos no es un delincuente, ni terrorista, ni narcotraficante”. Y agregó: “Los dólares que están guardados en casas son fruto del trabajo, no del crimen”, lo que generó otra ronda de aplausos.
Finalmente, cuestionó el modelo económico de las últimas décadas: “Desde los 90, el Estado duplicó su tamaño. El gasto público pasó del 23% al 47% del PBI, y eso vino acompañado de una presión impositiva y regulatoria asfixiante, que empujó a ciudadanos y empresas hacia la informalidad”.
Con un tono didáctico, Caputo cerró su exposición señalando que el Gobierno tiene un rumbo definido y que confía en que el “Plan Colchón” será una herramienta clave para reconstruir la relación entre el Estado y el contribuyente.