La iniciativa plantea que cualquier abogado o abogada matriculado pueda desempeñarse como escribano público, sin necesidad de cursar estudios específicos ni pasar por procesos internos controlados por los colegios notariales.
La propuesta —registrada bajo el número 2280-D-2025 y titulada “Libre ejercicio notarial de los abogados”— ya fue girada a la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados. El objetivo central es abrir la competencia en el sector y facilitar el acceso a los servicios de fe pública en todo el país.
De aprobarse, la norma permitiría que cualquier profesional con título de abogado expedido por una universidad argentina —o revalidado conforme a la legislación vigente— quede automáticamente habilitado para ejercer funciones notariales, con los mismos alcances y responsabilidades que los escribanos actuales.
Una propuesta que elimina barreras
El proyecto establece que estos abogados podrán autorizar escrituras, poderes, certificaciones y otros documentos públicos, cumpliendo con los requisitos técnicos y registrales que ya se exigen a los escribanos. La norma también contempla la derogación de todas las disposiciones legales que restrinjan esta función exclusivamente a quienes posean un título específico de escribano o pertenezcan a colegios notariales cerrados.
Además, se prevé que las provincias y la Ciudad de Buenos Aires deban adecuar su legislación dentro de un plazo de 120 días desde la promulgación. En cuanto a la entrada en vigencia, el texto propone un período de implementación de 90 días tras su publicación oficial.
Fundamentos: abrir el juego y reducir costos
En los fundamentos del proyecto, Pagano cuestiona con dureza al sistema notarial actual, al que califica como “corporativo, anacrónico y excluyente”. Asegura que mantiene trabas injustificadas que impiden a miles de abogados acceder a funciones para las que, según su mirada, ya están plenamente calificados.
También sostiene que este esquema restringido encarece los servicios, dificulta el acceso ciudadano y concentra la oferta en pocas manos. Como ejemplo, menciona a países como Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido, donde los abogados pueden brindar servicios notariales sin necesidad de pasar por estructuras colegiadas.
“Queremos garantizar igualdad profesional, ampliar la competencia y eliminar privilegios que ya no tienen justificación”, argumentó la legisladora de La Libertad Avanza.
Una idea para bajar costos en la economía
En Estados Unidos 🇺🇸, para quienes no lo saben, ser escribano no requiere una carrera universitaria: cualquier persona sin antecedentes penales puede hacer un breve curso, inscribirse en un registro y comenzar a certificar firmas. Por eso, ese trámite cuesta apenas unos pocos dólares. En cambio, en Argentina 🇦🇷, certificar una firma puede ser significativamente más costoso.
El proyecto de Pagano no va tan lejos: plantea un esquema similar, pero limitado exclusivamente a abogados matriculados, que ya son miles en todo el país. La medida, de avanzar, podría facilitar la actividad económica y reducir de manera considerable los costos de acceder a servicios notariales, especialmente en operaciones comerciales y trámites cotidianos.