Hace punta en Biotecnología Vegetal

El Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL, CONICET- UNL) ha dado un gran paso en lo que a desarrollo biotecnológico nacional se refiere. En su nuevo edificio ubicado en el Predio, se montó una Unidad de Mejoramiento de Cultivos que abre la posibilidad de transformar plantas de interés agronómico como el maíz, la soja y el arroz, única en Latinoamérica. Además de contar con tecnologías que lo hacen innovador en su rubro, es el primer laboratorio que prestará servicios a los investigadores del Consejo que quieran realizar desarrollos más allá de los sistemas modelo tradicionales o hacer estudios básicos en estas especies.
 
En palabras de Raquel Chan, directora del IAL, del proyecto e investigadora superior del CONICET, la relevancia radica en que “brindará infraestructura de última generación y soporte profesional para que científicos que trabajan en biología molecular de plantas puedan transformar especies de valor económico. Es un servicio que permitiría llevar las tecnologías del sistema prototipo, basado en plantas modelo cultivadas en cámaras de cultivo, a plantas de interés agronómico que se cultivarán en el invernadero recientemente habilitado por el Instituto Nacional de Semillas para el trabajo regulado con organismos genéticamente modificados (OGM)”.
 
El grupo de investigación que lidera Raquel Chan en el Laboratorio de Biotecnología Vegetal del IAL se destaca por la aplicación de herramientas de ingeniería genética al mejoramiento vegetal. Dentro de los objetivos de investigación de Chan, siempre estuvo la idea de generar cultivos de mayor productividad a partir de biotecnología vegetal y que estos se pudieran cultivar en diferentes zonas. Por ello, sus esfuerzos se han enfocado en identificar y desarrollar tecnologías que permiten a las plantas enfrentar condiciones adversas. “Lo que hacemos es entender cómo se adaptan al medioambiente y en ese estudio se usan diversas técnicas que abarcan aspectos fisiológicos y moleculares; pero también usamos la transgénesis porque es una herramienta que nos sirve para entender la función de determinados genes. De allí fueron surgiendo distintas tecnologías”, explica.
 
Transformar plantas para el desarrollo del país
 
El invernadero fue financiado por CONICET y satisface las condiciones técnicas, requisitos y normas de bioseguridad para trabajar con OGM. Las características técnicas y constructivas del invernáculo proporcionan control y ajuste automático de luz y refrigeración; temperatura y humedad se controlan on line a través de un sistema de fibra óptica, y luces artificiales emulan las condiciones del verano cuando es invierno. Pero hay una pieza imprescindible para poder llevar adelante un desarrollo de este tipo y es contar con profesionales que sepan desarrollar las metodologías adecuadas. Por este motivo la inversión también estuvo puesta en formar recursos humanos especializados. Fue así que los Dres. Mabel Campi y Maximiliano Gómez se formaron en el exterior en técnicas específicas de transformación. También colabora con el equipo la Lic. Celeste Mora y los Dres. Jorge Giacomelli y Elina Welchen, todos agentes de distintos estamentos de CONICET en el IAL.
 
Por Lic. Ingrid Parada, Dirección de Relaciones Institucionales CONICET.
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