Si no hay cambios, los combustibles deberían incrementar su precio desde el 1° de febrero. En esa fecha está pautada una nueva suba del componente impositivo que se ajusta cada tres meses.
No obstante, el ajuste fue diferido en el último tiempo dos veces consecutivas, una durante el último tramo del gobierno de Macri en el que se congelaron las tarifas y la otra a principios de este mes, justificada por la Ley de Solidaridad, que le puso tope a los aumentos.
Ahora, el incremento impositivo implica una suba de 90 centavos en naftas y 58,4 centavos en gasoil. Sin embargo, desde el gobierno analizan que debería tener un impacto nulo en el surtidor, ya que las petroleras podrían absorber el aumento.
A mediados de este mes, luego de una reunión que mantuvo con las cabezas del sector petrolero, el presidente Alberto Fernández aseguró que les explicó a los ejecutivos la decisión de congelar los combustibles “y el efecto psicológico que tiene sobre los precios”;: al tiempo que les pidió que “pongan el hombro”.
REDACCIÓN ON24
