Empresa rosarina de buena madera se expande a Paraguay

Tras cerca de 30 años de historia en Rosario, la empresa Baraldi Pisos de Madera decidió expandirse fuera de fronteras e instalarse en Asunción, Paraguay. Allí, ya está armando su nueva sucursal que contará con oficinas y galpones de depósito y despacho, tal como posee en Rosario (Rodríguez al 500) y en Córdoba.

Los tres puntos de venta se acoplan, a su vez, con una vasta red de revendedores que nutre a todo el país con sus productos, ya sea en madera maciza o en las vedettes que le han “robado” el mercado a la misma: la melamina (pisos flotantes por su colocación) y los pisos de ingeniería.

De acuerdo al socio-gerente de la firma, Eugenio Baraldi, hoy en día, en cantidad de metros vendidos, el 50% lo representa la melamina, el 30 o 40% los pisos de ingeniería y el 10 o 15% los de madera propiamente dicha. En tanto que en términos de facturación, ingeniería –que es más caro- representa el 50%, mientras que los melamínicos un 30-35% y la madera un 15%.

En diálogo con ON24, el empresario destacó que tanto la madera maciza como las alfombras han perdido terreno en los últimos años en manos de las otras dos tipologías. Incluso, las empresas constructoras, que confían en Baraldi para la compra del material, la instalación y el servicio postventa, también ya han adquirido estos conceptos tanto para el comercio minorista como mayorista, en las grandes obras.

De hecho, Eugenio Baraldi apuesta a aprovechar su rica experiencia y contactos como comerciante en el rubro en Paraguay, de manera de explotar aún más el mercado de las melaminas (de la que Argentina compra 5 millones de metros anuales) y los pisos de ingeniería.

Básicamente, los pisos flotantes melamínicos poseen una película de protección resistente al desgaste y además son más económicos, de fácil colocación (sistema click, sin adhesivos ni clavos), de mantenimiento sencillo, repulibles y antialérgicos. En esta línea de productos, Baraldi es representante de las marcas internacionales Krono Swiss, Haro y Revinil.

Por su parte, los de ingeniería son tablones conformados por una base de capa de madera de cultivo pegadas entre sí (cambiando el sentido de la veta) y una última capa de madera noble natural de 2 a 5 mm de espesor. Es un piso muy estable, aislante acústico, que posibilita hasta 5 repulidos y de fácil instalación. En esta línea, la empresa representa a la firma sueca Kährs y a la holandesa Inpa Parket.

Si bien el segundo es un 30% más caro que el primero, cada uno puede responder a distintas necesidades del cliente. “Para una oficina o local comercial, yo pondría melamina, pero para una casa, ingeniería porque queda más lindo”, señaló el empresario.

LA AFIP COMPLICA

La firma Baraldi se dedica a importar de las empresas mencionadas y de China, principalmente, para luego vender tanto en el mercado local como al exterior. Pero, como en otros tantos rubros, las trabas a las importaciones para evitar la salida de divisas que impuso el gobierno ha perjudicado la actividad de la empresa.

El 70% de los productos que vende la compañía es importado, por lo que hubo proyectos importantes, como el complejo de viviendas de Ciudad Ribera, que han visto retrasada la entrega del material debido a las demoras en la aprobación de las declaraciones juradas por parte de la AFIP.

En ese sentido, para Eugenio Baraldi, éste es el peor momento en la historia de la firma. “En el 2002 era complicado vender, pero yo tenía la confianza de que iba a pasar y se iba a estabilizar. Esto es más grave porque no tengo herramientas para solucionarlo; ahora, ni siquiera la Secretaría de Comercio me recibe. (Guillermo) Moreno por lo menos me recibía y tenía reuniones con los empresarios. (Augusto) Costa no las tiene. Entonces, no sabemos si podemos vender o no”.

A esto se le debe sumar los aumentos en los costos, la devaluación y la “terrible presión tributaria que perjudica el precio final de venta”, resaltó Baraldi.

REDACCIÓN ON24

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