Ya se usan robots en oficinas

No tienen el aspecto de Wall. E, aquel simpático robot que había sido olvidado o tal vez abandonado en la tierra, en la película de Disney de 2008. Tampoco, esa capacidad inquietante de Robocop. Un grupo de sofisticados diseñadores han creado sistemas, con redes neuronales e inteligencia artificial que pueden absorber conocimientos y aprender de sus errores, con una capacidad intelectual que desafía lo que conocíamos hasta ahora. Sucede en la Argentina.

En los últimos años, en los que una idea iba llevando a otra, con tal de ganar contratos en el mundo, a Sergio Kaufman se le ocurrió la idea de utilizar robots para tareas muy básicas. Kaufman es el CEO de Accenture para toda América Latina, salvo Brasil y México y cree que le encontró la vuelta a competir con las demás filiales de esta multi en ese escenario tan nuestro de dólar quieto y costos indomables.

 

Hoy Accenture cuenta en el país con 170 robots y planea construir 80 más para 2017. Esos robots son desarrollados por un equipo interdisciplinario integrado por desarrolladores, matemáticos, expertos en procesos y automatización. Y se utilizan para ejecutar actividades repetitivas y con bajo valor agregado. Por ejemplo, data entry, distribución de mails, archivo, combinación o consolidación de reportes.

En Accenture distinguen la labor del robot de las clásicas soluciones de automatización. A sus robots los describen como flexibles, con un papel vital para hacer frente a problemas de manera rápida. Y ya se sabe, la velocidad en esa industria es rentable.

Kaufman asegura que, de este modo, está preparado para proyectos que coticen alto y que el costo argentino no le juegue en contra. ¿Sus principales competidores? India y Filipinas.

Accenture, que es una de las líderes mundiales, tiene una amplia área de negocio de servicios tercerizados por otras empresas, desde la liquidación de salarios, administración de costos o compras de insumos, por citar algunos. Argentina es clave en ese rubro. En el país cuentan con 7.600 empleados. Fuera de Brasil es la filial más importante de esta parte del globo.

“Los robots no eliminan procesos sino que los hacen más eficientes. De esta forma, permiten asignar más tiempo a actividades vinculadas al análisis, conclusiones, relacionamiento de variables e interpretación de modelos. Además, tienen la capacidad de aprender al incorporar información y predecir modelos de comportamiento”, asegura.

En Accenture les llamó la atención cuando un robot detectó que en una compra había una silla de 1.000 dólares. Estaba fuera de rango y el robot generó la alerta. Cuando su supervisor humano detectó que la silla costaba ese precio, porque era de una marca lujosa del mercado, en la siguiente verificación el robot ya había adquirido ese aprendizaje.

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