Meningitis: contagio y prevención

La meningitis es la inflamación de las meninges. Estas son unas membranas que cubren y protegen el cerebro y la medula. Hay dos formas principales en que se pueden afectar: una viral y otra bacteriana.

La meningitis viral es la forma más común y menos severa. Esta, como la mayoría de las virosis, se cura sola y el tratamiento solamente es de sostén. Es muy raro que deje una secuela permanente.

En cambio, la meningitis bacteriana, que es menos frecuente, es una enfermedad muy peligrosa que sin tratamiento precoz casi siempre es mortal y aun tratada puede dejar secuelas importantes.

El método de contagio es variado y propio de cada bacteria o virus. Estos pueden estar flotando en el aire y se los aspira o también pueden ser transmitidos por otras personas a través del beso o la tos. Otras formas de adquirir esta enfermedad es con la propagación de una infección no tratada en otra parte del cuerpo como, por ejemplo, una otitis o sinusitis (infección del oído y de los senos paranasales respectivamente).

Síntomas

Los síntomas son comunes para los dos tipos: dolor de cabeza intenso, sensibilidad a la luz, nauseas, vómitos, fiebre y rigidez de nuca. Estos evolucionan rápidamente y en 24hs ya pueden aparecer trastornos de la conciencia y convulsiones. El médico hace el diagnóstico y distingue una viral de una bacteriana a través de una punción lumbar. Esta consiste en sacar una muestra por punción en la región lumbar de la columna vertebral y analizar el líquido que hay entre las meninges y el tejido nervioso.

Como se mencionó previamente, para la meningitis viral no hay tratamiento específico, al paciente se le controla internado hasta que se resuelva el cuadro. En cambio, la forma bacteriana es una emergencia médica y requiere de antibióticos lo antes posible.

Vacunación

Existen también vacunas que permiten prevenir las meningitis provocadas por ciertas bacterias. Algunas están incluidas en el calendrario nacional de vacunación como la neumococo conjugada y la cuádruple o quíntuple pentavalente (haemophilus influenzae B) y otras son optativas con la antimeningocócicas conjugadas monovalente (serotipo C) y cuadrivalentes (serotipos A, C, Y, W). Las optativas son recomendadas en grupos de riesgo (militares, escuelas pupilas, albergues, personas sin bazo y con defensas disminuidas), trabajadores de la salud, durante una epidemia o si se viaja a una zona endémica y también para cualquier persona que desee prevenir la meningitis y/o infección meningocócica.

Entonces ¿cómo mantengo el riesgo de una meningitis al mínimo?

Buenos hábitos higiénicos, lavarse siempre las manos, evitar llevarse las manos a la boca, consulta médica precoz ante dolor de cabeza y fiebre y tener las vacunas al día.

Fuente: Dr. Axel Beinlich, integrante de los Servicios de Neurología y de Neurofisiología de Grupo Gamma

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