Avances en la lucha contra el cáncer

Por Alasino Carlos María
Especialidad: Oncología

El 20 de enero de 2014 se publicó en el Journal of Clinical Oncology un artículo referido al tratamiento de la Enfermedad de Hodgkin, hoy conocida como Linfoma de Hodgkin. El mismo es de especial interés ya que hace referencia, entre otras, al primer tratamiento con quimioterapia que logra la curación de la enfermedad, del cual se cumplen 50 años.

Este evento es parte de la historia de la medicina y en especial de la Oncología, ya que significó la incorporación de un nuevo paradigma en el tratamiento de la mayoría de los tumores y el advenimiento de una nueva herramienta terapéutica. Es también a partir de estos sucesos que comienza una mejor interrelación entre las distintas disciplinas involucradas en el tratamiento de los pacientes oncológicos.

Es gracias a la investigación, tanto básica como clínica, que actualmente podemos comprender mejor la enfermedad. Se han desarrollado nuevos elementos de diagnóstico y tratamiento, que involucran técnicas de anatomía patológica, biología molecular, así como también aquellas técnicas de diagnóstico por imagen. El conocimiento del genoma y las funciones de genes, tanto humanos como de los animales de laboratorio, involucrados en el desarrollo de esta patología han permitido diseñar nuevas terapias .

En relación a la anatomía patológica y la biología molecular, se han identificado entre otros, receptores hormonales, mutaciones en genes, que se sub o sobre-expresan como Her-2neu, K-ras y otros. Hay que destacar el desarrollo de los anticuerpos monoclonales, descubrimiento llevado a cabo por el argentino Cesar Milstein, Premio Nobel de Medicina en 1984, que ha permitido contar con nuevas terapias y técnicas de diagnóstico.

Los estudios de biología molecular han permitido conocer las alteraciones genéticas que se presentan en los distintos tumores, permitiendo evaluar así la agresividad tumoral, identificar blancos moleculares, etc. Muchos de estos nuevos conocimientos ya están siendo aplicados en la clínica.

La incorporación de la tecnología moderna en el diagnóstico por imágenes desde la Tomografía Axial Computada, Resonancia Nuclear Magnética hasta la reciente incorporación del estudio PET (Tomografía por emisión de positrones) permite una mejor determinación de la extensión y control evolutivo de la enfermedad. El desarrollo de nuevos equipos de radioterapia con la incorporación del Acelerador Lineal y las nuevas técnicas de planificación y dosimetría computarizada brindan una mayor efectividad y seguridad a los pacientes.

Indudablemente, el avance de la ciencia es continuo y la tendencia nos lleva hacia una atención más personalizada, tratando de seleccionar individualmente el mejor tratamiento en base a factores predictivos de respuesta y terapias dirigidas. Se requiere de profesionales idóneos ética y altamente capacitados para la correcta aplicación de los mismos.

Se debe destacar también, en este momento de la historia, que hay que tener en cuenta un mejor y mayor trabajo en el campo de la prevención de esta enfermedad milenaria. Desde lo ambiental, sabemos de los efectos del cigarrillo, de la radiación solar, la contaminación que generan muchas industrias y productos químicos, etc. Por otro lado, la protección que significa la correcta realización del Papanicolao y la administración de la vacuna contra el cáncer de cuello de útero, citando solo algunos casos muy significativos.

Es imprescindible la toma de conciencia en nuestra sociedad, somos cada uno de nosotros quienes debemos también aprender a cuidarnos por sí mismos. El Estado, las instituciones de salud y los médicos deben profundizar las medidas preventivas a través de una difusión educativa continua, programas de prevención, normas regulatorias, etc.

Es oportuno destacar todos estos avances obtenidos que han generado un gran cambio para los pacientes y son de gran aliento a los médicos para continuar aunando esfuerzos en pos de nuevos y mejores métodos para la prevención y tratamiento de esta enfermedad.

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