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Experiencias de un rosarino en Río

Por: Guido Lucangeli, Estudiante de periodismo

Río de Janeiro, una ciudad de aproximadamente 7 millones de habitantes, ubicado en la parte sudeste de Brasil, es un albergue de miles y millones de turistas que desean pasar sus vacaciones en las playas paradisiacas de Copacabana, Ipanema, entre otras. La popular Copacabana posee una gran extensión de arena blanca en su playa, el agua del mar tiene una temperatura templada y agradable y su fachada es alucinante con edificios lujosos, morros y el pan de azúcar para terminar de completar esta belleza natural. Ipanema es menos habitada, con menor extensión de arena en sus playas, el agua del mar es agradable y templada como en Copacabana, con una fachada lujosa de los edificios que la rodean. Se encuentran también otras playas como la de “Barra da Tijuca”, “Leblon”, “Leme”, “Botafogo”.

Una ciudad caracterizada por sus habitantes, los llamados “Cariocas”, aquellos que despliegan felicidad y alegría en sus rostros tan particulares y su servicial manera de ser y tratar a cada uno de los visitantes. Río es un lugar húmedo y cálido, presentando precipitaciones o chubascos en muchas ocasiones lo cual eso hace de días paralizantes para los turistas del mundo. A pesar de eso, las personas pueden recurrir a diferentes planes un día de lluvia, por ejemplo conocer el centro de la ciudad (con un paragua donde resguardarse), el viaje puede realizarse en colectivo de línea donde eso tiene un costo de R$3,80 por persona, sin dudas es más conveniente que un taxi que tiene un costo de aproximadamente R$30. El centro de la segunda ciudad más grande de Brasil y la sexta de América Latina, de cierto muy extenso, te ofrece los diferentes museos como es el “Museu Da Amanha”, museo innovador, futurista, tecnológico y curioso además de ser el más atrapante. Por otra parte también se encuentra el Mercado Comercial y el mini shopping “Leader Magazine” donde hay precios increíbles para comprar principalmente calzados y ropa. Otras opciones pueden ser el Jardín Botánico y el Shopping ubicado en el barrio de Botafogo.

Con respecto a los diferentes tours que se pueden llevar a cabo, el recomendable es el llamado “Um día em Río” donde conocerás los lugares turísticos más vistosos del mundo, entre ellos, el Corcovado, el Pan de Azúcar, la Catedral Metropolitana, el Estadio Maracaná, las Escaleras de Selarón y el Sambódromo eso tiene un costo de R$210 incluyendo un almuerzo en una churrasquería con “Tenedor Libre” donde uno puede servirse lo que desee y cuantas veces quiera (no incluye bebidas ni postres). De más está decir que se puede escoger por realizar otros tours como por ejemplo, “Angra Dos Reis e Ilha Grande”, “Buzios”, “Favela Tour na Rocinha”, entre otros.

En cuanto a hoteles de cuatro estrellas, los que están ubicados en la Avenida Atlántica, la avenida principal de Copacabana, la habitación tiene un costo de aproximadamente R$700 la noche, aquellos de cinco estrellas en la misma avenida tienen un costo de R$1000 la noche. Hay otros que son más convenientes de tres o cuatro estrellas ubicados a 50 o a 100 metros de distancia con respecto a la playa teniendo un precio más accesible de R$450 la noche como es el ejemplo del Océano Copacabana Hotel.

Al mediodía generalmente se almuerza algo tranquilo en la playa ya que es más barato que en un restaurante con precios que van desde los R$20. Ya para la cena en un restaurante la comida por persona en un tenedor libre puede llegar a ser desde los R$25 según el pesaje del plato y de la cantidad de comida que posea este.

La bebida en la playa si hablamos de lo más común que es una caipirinha tiene un costo de R$10 hasta R$20 según el tamaño del recipiente que contenga la bebida misma.

Para los más jóvenes la “Ciudad Maravillosa” propone una serie de discotecas o bares ubicados en el barrio de Lapa cerca del centro a unos 25 o 30 minutos de Copacabana, el más tradicional es el “Lapa 40 Graus” que ofrece show de samba, sertanejo, forró, música popular brasilera y pop rock.

Algo para remarcar y con esto hago crítica a la falta de efectivos policiales en las playas para la seguridad de quienes se encuentran disfrutando de sus placenteras vacaciones, es por ello que hay que tener precaución en todo momento con las pertenencias que uno lleva, lo ideal sería no mostrar ni hacer visible aquellas cosas u objetos de valor para no despertar e incentivar el delito del hurto.

En síntesis la naturaleza hace eco en la montañosa Río de Janeiro, que expresa su flora y fauna en cada rincón de la ciudad con esa pigmentación verde tan característica de Brasil.

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