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“¿Están esperando que hagamos justicia por mano propia?”

Miles de personas rodearon el Monumento a la Bandera en la tarde de este jueves con fuertes reclamos a todos los niveles de gobierno por medidas contra la inseguridad, que el viernes pasado se cobró una nueva vida, producto de una entradera en Lima al 800 que terminó con la vida de Mariano Bertini, de 23 años.

Su padre, el empresario agroindustrial, Enrique Bertini, quien en el atraco sufrió dos heridas de bala, se hizo presente en el lugar, así como también otros empresarios de la ciudad y cientos de familiares y amigos de varias víctimas –muy jóvenes todas ellas- de la criminalidad que se vive día a día en el país.

Decenas de pancartas y carteles, sin connotaciones políticas, se congregaron bajo una sola consigna: mayor seguridad y justicia, en una movilización impulsada a través de las redes sociales por amigos de Mariano. Incluso, durante los abrazos y saludos que recibía Enrique Bertini, un eterno golpe de palmas exigía aquellos dos derechos que parecen irse perdiendo cada vez más.

Ya con una vela encendida en mano, todos se acercaron lo más que podían para escuchar las palabras de indignación, enojo e impotencia de aquellos familiares o amigos de víctimas que tomaron el megáfono, con relatos desgarradores y hasta insultos a las autoridades y fuerzas policiales.  

“¿Están esperando que hagamos justicia por mano propia?”, preguntó, indignado, el hermano de un joven asesinado meses atrás en manos de malvivientes, en referencia a la gestión de las autoridades en materia de seguridad.  

Otros familiares también apuntaron a los dirigentes políticos y cuestionaron “¿por qué no están acá (en la marcha)?” y “¿dónde está la intendenta?”, a lo que se escuchó en su respuesta: “¡Están escondidos!”.

A su turno, Enrique Bertini pidió disculpas por no haberse comprometido antes con las familias que sufrieron pérdidas en manos de delincuentes y llamó a “continuar” con este tipo de concentraciones. “Podemos juntarnos; es importante reunirnos para saber lo que nos pasa (…) Esta demostración de una sociedad unida exige muchas cosas”, afirmó. “Acá no hay clase política ni social”, destacó. “Mi familia llegó de Europa por problemas de inseguridad y ahora estoy acá; esto es una locura”, agregó.

Luego, en diálogo con la prensa, el papá de Mariano expresó: “Hay que respetar y querer a toda la gente que está acá (…) Quiero que cada uno, cuando se vaya a dormir, apague el televisor mire a su familia, la abrace y vea el valor que tiene ahí”, resaltó. “No quiero emigrar, no es lindo eso”, remarcó.

La concentración siguió, luego, sobre las 21 horas, hasta la Bolsa de Comercio, donde se encontraba el gobernador de la provincia, Antonio Bonfatti.

REDACCIÓN ON24

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