“Viajes”. De la Amazonia a las Malvinas

La obra autobiográfica de una joven que no conoce el miedo 

La gran escritora y ensayista Beatriz Sarlo, rescata de sus memorias de juventud una serie de viajes realizados en la década del 60 por la América Latina de Eduardo Galeano. Son recuerdos de extrema juventud tamizados por el tiempo en un continente virgen, no turístico. La excepción es Malvinas, una visita reciente en plan de trabajo como enviada de La Nación.

“Era una persona sin formación para entender lo que vivía. Lejos estaba de ser una viajera inteligente y piola. Teníamos una idea romántica y revolucionaria de América Latina, debíamos conocer ese continente de diferentes etnias, campesinos, obreros, mineros, porque allí estaba la cuna de la revolución”

La autora relata como esa fantasía ideológica se convirtió en una aventura desenfrenada que evoca en su relato sobre su viaje a la selva amazónica:

“Navegábamos por un río de la amazonia peruana, yendo en una barca internándonos en la selva, dando finalmente con los Jíbaros. Pasamos una semana con ellos entendiéndonos por señas y con algunas palabras en inglés, lo cual marca la presencia de evangelizadores protestantes.  Fueron aventuras que parecen más La Casa Verde de Vargas Llosa que de la ilusión de un revolucionario. Sabíamos muy poco y por otro lado estábamos muy dados a atravesar aventuras”

Sarlo y sus compañeros de ruta son aventureros sin miedos y eso tenía que ver con la ideología que los impulsaba.

“Pensábamos que nada en el continente americano era malo, que nada podría hacernos daño. Pero nos encontramos con barreras y la principal fue la lingüística. Había comunidades incluso que entendían el español pero no lo querían hablar.  Hasta las unidades de medida eran diferentes con los cual no nos podían ayudar en saber las distancias de nuestros destinos. Los nombres de comidas, los parentescos, todo era diferente y allí pudimos sentir nuestra profunda extranjería”

La América Revolucionaria del Che no era tal, y estos jóvenes inexpertos vislumbraban el fracaso de Guevara en la región.

 “Así le fue al Che Guevara. A los pocos meses que atravesamos Bolivia implantó su guerrilla con un fracaso absoluto. A pesar de nuestra ignorancia cuando leímos los diarios y vimos que el Che había llegado a esa zona, nos dimos cuenta que la revolución era imposible. La idea revolucionaria estaba en el Chile de Allende, en Perú y Bolivia con gente mucho más formada que nosotros”.

Un concepto personalísimo de Sarlo tiene que ver con un deseo muy fuerte de todo turista: el descubrir algo fuera de programa, el ser asaltado por un imprevisto:

“En nuestros relatos de un viaje siempre aparece el verbo descubrir. Salto de Programa significa que el viaje tome un curso imprevisto por un corto momento”

Esa es la búsqueda permanente de la autora, una aventurera que desafía un cambio de suerte, de reglas, de momentos inesperados que la sorprendan y la saquen de su propio eje.

La Sarlo de “Viajes” es una adolescente de apenas pasados los 20, que ya portaba a fuego una personalidad avasallante y una valentía que va mucho más allá de su coraje intelectual.

Por Fabiana Suárez

f.suarez@on24.com.ar

 

Comentarios