Hemorroides y embarazo: prevención, conducta y tratamiento

La dilatación de las venas del recto, llamadas hemorroides, son frecuentes desde el primer embarazo, y en los embarazos siguientes consecuentemente crecen las probabilidades de padecer esta enfermedad.

Durante el primer trimestre hay que evitar todo tipo de medicación “vía oral o intramuscular”, sólo se podrá recurrir a algunas pomadas o cremas locales. Se debe iniciar en este período, de forma prematura, dieta con residuos (frutas, compotas, verduras, cereales, etc), recurriendo en última instancia a la administración de reducidas tomas de vaselina o similares.

Es importante que el tratamiento sea realizado en equipo por el coloproctólogo y el tocoginecólogo.

Luego del primer trimestre suelen presentarse complicaciones de las hemorroides e incluso agregarse padecimientos como por ejemplo, fisuras anales (heridas cortantes en los polos). Estas complicaciones deben ser tratadas en equipo, evaluando en cada caso la medicación indicada y permitida.

En caso que las hemorroides se tornen duras y dolorosas, como “pelotitas”, cuadro conocido comotrombosis, se deberá en algunas pacientes tratar con una pequeña cirugía con anestesia local, para proceder luego del nacimiento a la cirugía curativa.

Las hemorroides se pueden operar durante el embarazo, si consideramos que con el correr del mismo, esta enfermedad se acrecentará. Es de suma importancia, tomar junto al obstetra, medidas de prevención antes y durante el parto o cesárea; por ejemplo, contener el periné entre pujo y pujo.

Una vez que el parto se haya realizado habrá que proceder con el estudio y tratamiento definitivo de la enfermedad, tomando decisiones de tratamiento junto a la opinión del pediatra, quien generalmente sugiere, la realización de una cirugía al final del período de lactancia.

Por Raúl Francisquelo

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