Protegernos del sol, disfrutando de sus efectos benéficos

Están cada vez más cerca las vacaciones y el aumento de la temperatura nos invita a disfrutar del aire libre. A continuación, la Dra. María Alicia Savoré, Jefa del Servicio de Dermatología de Grupo Gamma, nos acerca algunas sugerencias y cuidados que son necesarios tener en cuenta al momento de exponernos al sol y prevenir así el cáncer de piel.

El sol emite tres tipos de rayos ultravioletas (RUV) que según su longitud de onda se dividen en: RUVA/RUVB/RUVC.

Los RUVA (320-400nm) son de menor energía pero penetran más profundamente en la piel, no son filtrados por la capa de ozono, ni por las nubes ni por el vidrio, están presentes durante todo el día con la misma intensidad siendo los responsables del fotoenvejecimiento, del bronceado inmediato, de las reacciones fototóxicas y fotoalérgicas y predisponen al cáncer de piel.
Los RUVB (280-320nm) son de mayor energía pero penetran en las capas superficiales de la piel, son parcialmente bloqueados por la atmósfera y eventualmente por las nubes, con un pico de intensidad máxima entre las 10 y 16 horas y durante los meses de primavera y de verano. Son los responsables del eritema (enrojecimiento), de las quemaduras solares, del bronceado retardado y del cáncer de piel por daño directo del ADN celular.
Los RUVC (200-280) los más nocivos, son filtrados por completo por la atmósfera.

Dada la estricta relación entre la exposición solar y el cáncer de piel es necesario tener en cuenta:

“Pautas para poder protegernos del sol y a la vez disfrutar de sus efectos benéficos”

Se debe evitar la exposición solar de 10 a 16 horas, período que la radiación incide perpendicularmente sobre la superficie terrestre cayendo directamente sobre la piel.
Usar protectores solares de amplio espectro (antiUVA/B) en toda la superficie corporal expuesta, durante todo el año, incluso los días nublados. Su acción será la de disminuir los daños que el sol pueda producir sobre la piel. No son bloqueadores, es decir no actúan como una barrera completa y permanente contra el sol.

Completar la protección con el uso de sombreros de ala ancha (10cm), ropa preferentemente de poliéster o mezclas, de trama cerrada con mangas y tener en cuenta que si bien la ropa blanca es más fresca protege menos.
Anteojos envolventes con filtros antiUVA/B.
Recordar que el estar en la sombra no garantiza protección solar ya que se filtra el 50% de la radiación, lo mismo ocurre con la nieve reciente (80%), la arena seca y hierbas (15%), y la espuma del agua de mar (25%). El riesgo de quemaduras solares será mayor a grandes altitudes donde la atmósfera, al ser más delgada, absorberá menos y más cerca del ecuador donde los rayos son más directos a la tierra.
Menores de 3 años no deben ser expuestos directa o indirectamente al sol, ni durante demasiado tiempo y cuando lo hagan deberá ser con protector solar pediátrico, sombrero y ropa adecuada.
El bronceado de la piel es una respuesta al daño celular, no tiene capacidad de protección.
Evitar el sol durante el embarazo y con la toma de anticonceptivos por el riesgo de manchas (melasma).
Evitar el uso de colonias, perfumes, cremas, desodorantes, after shower, etc. porque pueden manchar la piel.
No exponerse después de la depilación.
Las camas solares emiten RUV causando quemaduras de sol, envejecimiento prematuro y son cancerígenas.
Existen medicamentos que pueden provocar reacciones en la piel: diuréticos, antibióticos, antihipertensivos, psicofármacos, etc.