Y mientras tanto en Télam…

Esta mañana, mientras se encadenaban los discursos de Mauricio Macri y Nicolás Dujovne con los anuncios económicos más importantes de los últimos años, la agencia estatal de noticias, Télam, no informaba absolutamente nada. El sitio online mostraba una placa roja con la leyenda: “Por medidas gremiales el servicio se encuentra temporalmente limitado”.

La situación de Télam es un botón de muestra de las inconsistencias (para decirlo suavemente) que la Argentina arrastra desde hace setenta años, donde los gastos son más que los ingresos y las prioridades están patas para arriba. En un país donde el Estado significa el 42% del PBI y no  no ha resuelto ni por asomo las necesidades básicas de gran parte de la población, con una pobreza crónica del orden del 30% y un encadenamiento de diez crisis graves; existe una agencia estatal de noticias, que no da noticias, porque el sindicato cree que sufre un trato injusto y sustentarla debería ser preponderante.

Télam tiene un presupuesto anual de $1000 millones, un promedio de ausentismo del 30% y una tasa de eficiencia del 0,7%; pero el gremio tiene el convencimiento que los contribuyentes deben recompensar estos números con sus impuestos, como si ellos no soportaran ya lo suficiente.

Creer que este caso no tienen nada que ver con el contexto es parte de la confusión. El problema del gasto se ha salido de control y ha rebasado todo límite ideológico, haciendo necesario plantear cuáles son las prioridades a financiar dado los recursos con los que se cuentan. Ya no hay espacio para otra cosa.

REDACCIÓN ON24

 

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