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Lifschitz – Schiaretti harían causa común

Por Fabiana Suárez

f.suarez@on24.com.ar

Luego de un corto descanso Miguel Lifschitz retoma su agenda de trabajo, nuevamente parte del tiempo lo dedica a escuchar, en esta ocasión se reunió con empresarios convocados en una cena de IDEA Centro.

Previamente y con muy buena predisposición el gobernador electo dialogó con ON24 en la antesala del salón Circular de la Bolsa de Comercio acerca de sus mayores preocupaciones, expectativas y desafíos.

Sobre el déficit fiscal que hereda de dos gobiernos de su mismo signo político, muy lejos de los 1650 millones de pesos que dejó Jorge Obeid en la caja luego administrada por Hermes Binner, el gobernador electo relativiza la cifra roja pero admite preocupación: “La magnitud del déficit no es significativa, lo preocupante es la tendencia. Hay que logar revertir la situación para que no sea un déficit estructural, ese es mi objetivo.

Gran parte del problema tiene que ver con el déficit de la caja de jubilaciones. Tuvimos una discusión con el gobierno nacional de cómo debe cubrirse esa diferencia y esperamos poder resolverlo con el próximo gobierno nacional, que tenga mayor predisposición”.

Sobre el presupuesto 2016 expresó: “Será un presupuesto de transición que mostrará la impronta personal. El actual equipo de economía está trabajando en un anteproyecto de presupuesto donde el área vial necesita de más inversión al igual las obras de infraestructura y el Ministerio de la Producción. Sabemos que el escenario económico financiero no es de lo más alentador pero igual somos optimistas y trataremos de armar el mejor presupuesto posible”. En este sentido Lifschitz no se corre una coma a lo que había confirmado a ON24 desde su pre candidatura a gobernador: su eje de gestión será la producción apoyada por la infraestructura absolutamente relegada en la provincia.

Sobre las inundaciones que se colaron como un elemento más de tensión luego de la campaña, el ex intendente recordó la fuerte inversión que se hizo en Santa fe, Santo Tomé, Coronda, Esperanza, Rafaela y el aliviador Número 3 en Rosario. Pero Caseros es botón de muestra de lo que ocurre en otros territorios que padecen la ausencia de obra pública. Un Departamento que involucra a las localidades de Casilda, Sanford y Chabás, que ya pasaron por  tres inundaciones producto entre otros déficits, de 200 canales clandestinos.

Llegado el turno a las economías regionales, apuntó al gobierno central: “Hay que esperar a que primero se modifiquen las políticas nacionales sobre todo con el sector agropecuario”. “Mi idea es plantearle al próximo presidente las demandas del sector productivo santafecino. Pero quiero hacerlo junto con Córdoba. Me reuní con Juan Schiaretti, el gobernador electo, para presentar una posición en común”.

Como herramientas propias para poder empujar al sector productivo el Senador Provincial quiere desempolvar “la Corporación Financiera”, su antiguo proyecto, y apunta al Banco de Santa Fe, entidad con la que ha tenido una posición crítica aunque reconoce que es necesaria como banca oficial. Y no deja de nombrar a la Empresa Provincial de la Energía como herramienta fundamental para la economía santafecina. La mención especial de la EPE no fue al pasar, el gobernador entrante trae una profunda reforma de la empresa a la que considera hoy poco amiga de la inversión privada. Es de estado público las cifras desproporcionadas que la empresa provincial pide a una fábrica que se instala.

Las expectativas de buen diálogo con el próximo presidente volvieron cuando Lifschitz se refirió a las posibilidades que tiene Santa Fe en acceder a crédito internacional: “Espero un comportamiento racional del gobierno nacional. La provincia está en inmejorables condiciones para tomar deuda del país, es la que tiene más bajo endeudamiento y estamos bien vistos internacionalmente”.

Sobre su relación con los hombres con mayor chance de llegar a la presidencia dijo: “No tendría problemas de dialogo con ninguno de los tres que tienen posibilidades. La sociedad nos lo demanda ”.

Ya a punto de iniciar la cena, ON24 no pudo evitar la incómoda pregunta: ¿por qué cuestan tanto los Frentes?.

“Porque no hay cultura de coalición política en nuestro país” contestó sin necesidad de meditar mucho. Y continuó para completar su argumentación: “En segundo lugar tenemos un modelo político muy personalista, todo se construye alrededor de una figura y hay poca institucionalidad. Con el Frente (Progresista) llevamos 20 años de continuidad, es una experiencia valiosa y poco común. Aún con diferencias no solo en los procesos electorales sino en la gestión de gobierno que es lo más difícil. Una cosa es ir juntos a una elección y otra cosa es gobernar juntos” enfatizó con la convicción de quien lo vive.

“Este gobierno que vamos a iniciar será el más frentista de los tres, este es mi desafío, un ejercicio de gobierno colegiado, abierto a las ocho fuerzas que lo constituyen”, finalizó.

 

 

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